Desde hace algo más de una década, hay un género que ha triunfado con diferentes títulos de una calidad excelente y que ha hecho las delicias de los estrategas, la estrategia en tiempo real o RTS (Real-Time Strategy). ¿Quién no ha jugado alguna vez a los Starcraft, Warcraft, Age of Empires o Command & Conquer?

Illusion of Time es uno de esos juegos del que tengo un gran recuerdo de cuando era niño. Fue el primer juego de rol que tuve para SNES y además su historia me parecía fantástica, lo que hizo que me lo pasara varias veces.

En el transcurrir de los años de cualquier expresión artística, siempre hay ciertas obras que por lo revolucionarias que fueron en su momento y por la calidad contenida, tienen un sitio especial en los hitos de ese arte. En el mundo de los videojuegos, uno de estos juegos excelentes y rompedores fue Another World (aka Out of this World en EEUU y Outer World en Japón) programado por el francés Éric Chahi.

Si tuviera que elegir como favorito un juego de Nintendo 64, o incluso del género de FPS, ese juego seguramente sería Goldeneye 007. Este juego me tuvo enganchado a la consola muchísimas horas, tanto en su modo de un jugador, el cual me pasé en todos los niveles de dificultad, como en multijugador, uno de los más divertidos a pantalla partida de la época.

Como pasa en todas las facetas del arte o expresiones artísticas (y los juegos no son menos), hay ciertas creaciones que, a pesar de tener una calidad notable, pasan desapercibidos en un momento de la historia y luego ya es difícil obtener ese reconocimiento. Y para mí es lo que le pasó a este fantástico juego.