El estudio Crystal Dynamics nos sorprendió a finales de los 90 con Soul Reaver, un título que aunque era la continuación del juego Blood Omen rompía completamente con la jugabilidad establecida por esta primera entrega. Mientras que en Blood Omen el protagonista es Kain y es un juego en 2D de vista aérea, en Soul Reaver el protagonista es Raziel y se trata de una aventura en 3D.