Guía de Broken Sword III: El sueño del Dragón

De nuevo, Harry os lleva en su flamante avión hacia vuestro siguiente destino. Una terrible tempestad asola la zona, aunque esta vez el aterrizaje no es tan aparatoso como el del Congo. Te dispones a acercarte al molino de Glastonbury, pero la calle ha sido cortada. A la derecha, una verja está abierta y en un pequeño patio se encuentra tu siguiente reto para encontrar la salida alternativa. Debes colocar un total de 8 cajas de manera que alcances el muro del fondo.

Voy a enumerar las cajas para decirte cómo debes resolver el puzzle. La que está sobre la mesa la llamaré OBJETIVO. Las que están junto a la mesa, 1 y 2. La que está pegada al muro de la izquierda, 3. Debes mover 1 y 2 de manera que puedas llevar a OBJETIVO sobre la caja junto al murito intermedio. Desplaza ahora a 1 hasta colocarla frente a la columna de tres cajas y a 2 frente al tejadillo. Desplaza 3 hasta el hueco entre 1 y 2. Arrastra OBJETIVO hasta 1. Mueve 3 hasta su lugar de origen, junto al muro de la izquierda, y desplaza luego a 2 hasta el hueco entre 1 y 3. ahora desplaza OBJETIVO hasta colocarla sobre 3 y podrás mover la caja del tercer nivel hacia el muro.

Una vez saltado el muro, os espera Petra impaciente por pelearse con Nico. Tú, mientras tanto, te diriges al Gran Maestre que consigue todo el poder que andaba buscando... el cúmulo de energía lo ha transformado en un horrible dragón. Con su recién adquirida forma, es capaz de provocar un terremoto que te hace caer a un fisura en el suelo. Así es como apareces en un escenario que se podría decir que es el lugar donde yace San Jorge. Allí, en un pedestal, como si de la espada del Rey Arturo se tratara, te espera el arma con la que debes enfrentarte al temible dragón. Para ello, debes colocar la Llave de Salomón en el zócalo de la roca y después tirar de la espada. Automáticamente emergerás al escenario donde se encuentra el dragón. Debes esquivar rápidamente sus bolas de fuego, corriendo a refugiarte en los restos de piedra de la derecha. A continuación, debes salir de tu escondite y, en cuanto el dragón escupa fuego, dirigirte hacia la derecha y cambiar rápidamente hacia la izquierda cuando escupa por segunda vez. Ahora puedes refugiarte en otros restos de piedra. Tras retomar el aliento, sales decidido para dirigirte a la pata que el dragón levanta de vez en cuando. Cuando escupa, esquiva el fuego yendo a la derecha. Enseguida estarás bajo la mandíbula de la bestia y sólo te quedará clavarle tu espada, como tiempo atrás hiciera San Jorge.