Guía de The Devil Inside

Cooper desandó el largo trecho y llegó a tiempo para ver como la policía había sido emboscada por otro grupo de zombies, cerca de un túnel. Corrió hacia ese lugar, y ayudó a los guardias a salvar su vida.

A continuación se adentró en el túnel, no sin antes recoger un poco de munición que había en el lateral de la entrada.

La cueva resultó ser una madriguera de zombies. La diferencia con anteriores ataques, era que éste lugar tenía apenas un espacio de un metro de ancho, por lo que no se podía maniobrar con facilidad. Pese a ello, consiguió salir victorioso y salir hasta el otro lado. Allí esperaba una anciana con su típico carrito de la compra, pero cuando el expolicía se acercó, ésta sacó una metralleta de la cesta y comenzó a disparar al sorprendido Cooper. Como cabía esperar, se trataba de un nuevo –y peligroso– zombie.

No tardó mucho en llegar hasta una cabaña de madera. A su izquierda, se abriría un pequeño callejón que llevaba hasta un muro. No podía saltarlo, pero el paseo no fue en vano, pues obtuvo un valioso botiquín. Igualmente, en la puerta de la cabaña, encontró un televisor, aunque no lo utilizó de momento, pues primero deseaba ver qué es lo que había en el interior de la caseta.

Allí sólo halló munición, una lijadora, que le podía servir para desmembrar zombies en el combate cuerpo a cuerpo, y la llave de la verja de entrada a la mansión, en el fondo de un agujero. Cuando salió de la cabaña fue atacado por más muertos vivientes, pero aprovechó la ocasión para estrenar su nueva arma, ante el delirio del público, que ya empezaba a cansarse de los disparos y prefería la emoción y las salpicaduras de la lijadora.

Regresó por donde había venido y atravesó el túnel de nuevo. Justo al otro lado, hacia la derecha, halló un pasaje entre los arbustos que llevaba al lago. La tierra húmeda de la orilla parecía ser del agrado de los muertos vivientes, pues un buen puñado de ellos se enfrentaba a otro par de policías. Ni que decir tiene que Dave ayudó a sus excompañeros a eliminar semejante escoria. Con el camino despejado, registró los alrededores de la laguna. Encontró un botiquín en el embarcadero y varios cartuchos de munición.

Ya había recorrido toda la extensión de tierra que rodeaba la mansión, así que regresó al lugar donde había comenzado la retransmisión del programa, e introdujo la llave de la cabaña en la puerta de hierro. Al otro lado, un estrecho camino empinado subía hasta lo alto de la colina, donde esperaba la enigmática y tenebrosa Shadow Gate.