Data East era una compañía que solía producir juegos basados en sus propias licencias (aunque algunas de ellas se inspiraban fuertemente en otras licencias, como Sly Spy se basó en James Bond). Igualmente, esto no le impidió adquirir algunas jugosas licencias para desarrollar sus juegos, como es el caso de Captain America and the Avengers, un espectacular juego que refleja muy bien las aventuras de Los Vengadores de Marvel.

Hace ya un tiempo os hablábamos de WaxWorks, probablemente el título más impactante de la marca HorrorSoft. Y decimos marca porque pertenecían a AdventureSoft, los autores de Simon the Sorcerer. Como su nombre indica, se dedicaban a sacar juegos con un corte terrorífico, diferenciados de la empresa padre, donde predominaba mucho el humor. En el caso concreto de Elvira, la verdad es que podemos encontrar ambas cosas en sus versiones cinematográficas.

El protagonista de hoy es Express Raider, otro clásico de la compañía Data East. Nos encontramos ante un juego con un planteamiento realmente original, ya que en esta ocasión no somos el héroe del juego, sino un bandido cuya misión es asaltar trenes repletos de dinero, acabando con cualquiera que se interponga en su camino.

A principios de los 90, los videojuegos se encontraban a años luz de lo que son ahora en cuanto a realismo, los gráficos distaban mucho del ultrarrealismo del que ahora gozan. En aquél contexto, los videojuegos querían asemejarse al cine, dar la sensación de ser como una película interactiva, una experiencia cinematográfica más inmersiva. Es por eso que muchas compañías como Cinemaware o la que nos ocupará hoy, Cineplay, apostaron por ello, teniendo éxito dispar.

Data East tenía una mano excelente para basar sus juegos en otros anteriores pero dándoles un toque característico que los hacía únicos. Hoy vamos a analizar Midnight Resistance, otro claro ejemplo de esta práctica, ya que a simple vista recuerda al gran clásico Contra, pero una vez lo probamos, vemos que tiene peculiaridades que lo alejan de la idea original.