Acción a raudales asaltando trenes en el Salvaje Oeste
El protagonista de hoy es Express Raider, otro clásico de la compañía Data East. Nos encontramos ante un juego con un planteamiento realmente original, ya que en esta ocasión no somos el héroe del juego, sino un bandido cuya misión es asaltar trenes repletos de dinero, acabando con cualquiera que se interponga en su camino.
Express Raider llegó a los salones recreativos en 1986, siendo tanto distribuido como desarrollado por la anteriormente mencionada Data East. Por otra parte, U.S. Gold se encargó de realizar versiones domésticas del juego para Amstrad CPC, Commodore 64 y ZX Spectrum, las cuales tuvieron buena acogida. Con la llegada de las tiendas digitales, el juego ha sido republicado en algunas de ellas, como Steam, Nintendo Switch y Playstation Store.
Como hemos comentado en la introducción, el argumento del juego es bien simple: Encarnamos a un bandido del Wild West que se gana la vida asaltando trenes. Y no es una tarea nada fácil, ya que tiene que enfrentarse a decenas de enemigos que los protegen.
Este título no solo es original en su planteamiento, sino también en su jugabilidad, ya que mezcla fases de beat 'em up con otras de shooter. En las fases de beat 'em up vamos a pie, y tenemos que superar diferentes retos hasta llegar a la cabeza del tren y así conseguir nuestro preciado botín. Primero, empezamos al lado de tren que está a punto de salir, y para poder subir a él tenemos que acabar con un guardia antes de que el tren se vaya sin nosotros. Una vez superado al guardia y antes de subir al techo del tren, pasan corriendo unos coyotes que podemos golpear para aumentar nuestro contador de puntos (una extraña pantalla de bonus). Una vez en el techo del tren, tenemos que ir de vagón en vagón superando los enemigos que salen a nuestro paso.
Nuestro personaje está bien surtido de movimientos para poder superar estas fases, ya que puede saltar, agacharse, esquivar y dar patadas y puñetazos. En la parte superior de la pantalla vemos una barra roja, este es el indicador de como va el combate. Cada vez que golpeamos nosotros al enemigo, la barra se llena, y cuando nos golpean se vacía. Si la llenamos ganaremos nosotros, y si en cambio se vacía, perderemos una vida. Para superar cada vagón tenemos un tiempo limitado, ya que si tardamos demasiado desanclarán el vagón en el que estamos y nos harán caer al vacío. Entre los enemigos encontramos diferentes tipos, tanto desarmados como armados con rifles, palas, botellas y cajas. Además del enemigo principal que tenemos que vencer en cada vagón, tenemos que estar atentos a otros peligros que nos pueden dañar, como letreros o entradas a túneles por los que pasamos o incluso nativos americanos que nos dispararán flechas.
En las fases de shooter vamos a lomos de un espléndido caballo, el cual va al galope al lado del tren que estamos asaltando. En estas fases también tenemos que ir superando los diferentes vagones del tren hasta llegar a la cabeza y así poder detener el tren para quedarnos el botín. Para superar cada vagón, tenemos que vencer a un número determinado de enemigos, indicado en la parte superior de la pantalla. Tenemos que tener cuidado en no disparar a niños que salen de algunas de las ventanas del tren. En la pantalla vemos un puntero que nos sirve para apuntar donde queremos disparar. Con nuestras balas podemos detener proyectiles enemigos, ya sean balas, cartuchos de dinamita o botellas. También podemos esquivar proyectiles y unas molestas águilas que nos atacan con una maniobra evasiva con la que nos escondemos detrás de nuestro caballo. Cuando llegamos a la cabeza del tren, entramos en una fase de bonus, ya que tenemos unos segundos para disparar a objetivos ocultos de la cabeza que nos darán puntos extra.
Estos dos tipos de juego se van alternado durante toda la partida, cuando completamos una fase de beat 'em up empieza una de shooter, y viceversa. Ambos tipos de fase tienen cosas en común, como el poder recoger unas bolsas de dinero que aparecen durante los niveles y harán engordar nuestro marcador de puntos. Además, un detalle que llama la atención es que encontramos tanto fases que van de izquierda a derecha (lo normal en este tipo de juegos) como otras que van de derecha a izquierda.
La dificultad del título es exigente. Si bien el juego empieza con una dificultad bastante moderada, en el momento que superemos algunos trenes los enemigos serán realmente rápidos e implacables, y además con menos tiempo para superar cada vagón, lo que dificulta aún más nuestra tarea. Una vez conozcamos los patrones de ataque de cada enemigo, podremos conseguir buenas puntuaciones, pero hay que tener una gran concentración y habilidad para aguantar sin perder las tres vidas de las que disponemos inicialmente (ganaremos una vida extra a los 50 mil puntos). Express Raider no tiene final, sino que tenemos que ir superando fases que se van repitiendo cada vez con mayor dificultad, y nuestro objetivo es conseguir la máxima puntuación posible. Usando créditos podemos continuar las veces que queramos, pero cada vez que lo hagamos el marcador de puntos volverá a cero.
A nivel gráfico es un juego muy llamativo, teniendo en cuenta que hablamos de un título del año 86. Los escenarios del lejano oeste están muy bien representados, tanto la ciudad inicial como algunos decorados, tanto desiertos como prados. Los personajes, aunque son bastante sencillos, también están bien dibujados y animados. Además, el juego se mueve muy fluido en un continuo scroll mientras vamos en el tren. La música y sonido no destacan tanto y no son demasiado variados, pero cumplen bien su cometido. Un punto negativo en este aspecto es que los niveles beat 'em up no disponen de música y se quedan algo vacíos.
Express Raider es un arcade divertido que nos reta a conseguir la máxima puntuación posible. Con su gran puesta en escena se echan en falta algunos aspectos que seguramente hubiera tenido en el caso de ser un arcade algo más moderno, como un poco de argumento, jefes de final de pantalla o un final de partida. De todas formas, sigue siendo un gran clásico de Data East que demuestra el buen hacer de esta icónica compañía.