Hace dos semanas escasas os hablábamos de Windsurf Willy de Silmarils y os comentábamos que, más o menos al mismo tiempo, se lanzó uno de los juegos más bizarros de la época, Mad Show, donde un grupo de concursantes deberán participar en varias pruebas de vida o muerte. Parece que los franceses de Silmarils ya anticipaban la llegada de la ponzoña televisiva, donde lo único que importa es el morbo y la audiencia. Evidentemente, en el juego todo está pasado de vueltas y llevado al extremo.

Volvemos los años 80 para hablar de Space Harrier, un arcade que revolucionó los salones recreativos por su jugabilidad en tres dimensiones, su estupenda música y por supuesto sus vistosos gráficos que muestran un mundo que mezcla fantasía y ciencia ficción.

En el recordando de hoy vamos a analizar una de las primeras obras de la mítica compañía Silmarils, que junto a Windsurf Willy y Mad Show (un juego realmente extraño del que algún día hablaremos) conformaron la terna de títulos que dió el pistoletazo de salida a la compañía allá por el año 1988.

Hoy vamos a analizar el clásico Rygar, un juego de acción y aventuras en el que tenemos que liberar al mundo de un malvado tirano, un argumento muy habitual en la época. Con un trepidante ritmo que no nos da respiro, tendremos que ser muy hábiles para completar este juego sin abusar de continuaciones.

Tal y como pasa en la vida real, el fútbol es el deporte rey (en cuanto a número de seguidores) también en los videojuegos. Año tras año vemos como la saga FIFA sigue vendiendo muy bien, pero como no sólo de fútbol vive el hombre, hay otros deportes que también cuentan con bastante apoyo popular como el baloncesto, el béisbol o el fútbol americano, aunque estos dos últimos no tengan demasiado éxito en nuestras fronteras.