El mítico arcade creado por Yu Suzuki
Volvemos los años 80 para hablar de Space Harrier, un arcade que revolucionó los salones recreativos por su jugabilidad en tres dimensiones, su estupenda música y por supuesto sus vistosos gráficos que muestran un mundo que mezcla fantasía y ciencia ficción.
El juego fue lanzado para arcades en Diciembre de 1985, desarrollado y publicado por Sega. Yu Suzuki, uno de los grandes creadores de videojuegos que ha dado vida a otros grandes títulos como Out Run, After Burner, Virtua Fighter o Shenmue, se embarcó en el proyecto de Space Harrier después de trabajar en el título de carreras de motos Hang-On. La idea inicial de Suzuki era crear un juego realista en el que se pilotaba un avión de combate, pero por problemas de tiempo y de limitaciones técnicas, el juego tuvo que adaptarse a las circunstancias. Fue entonces cuando surgió la idea de Space Harrier, en el que el protagonista es un soldado que pilota un jetpack mientras vence a todo tipo de criaturas fantásticas. El juego está influenciado por algunas obras de la época, como la película de La historia interminable o el anime Space Cobra. Yu Suzuki siempre ha apostado por la completa inmersión en los videojuegos, así que propuso a Sega que lanzara el juego en 3 cabinets diferentes. Por una parte estaba la versión normal, también estaba una versión con asiento, y por último una versión cuyo asiento se movía acorde con el movimiento del joystick. Sega tuvo sus dudas para hacer estas versiones por su alto precio, así que Suzuki ofreció su salario a cambio si el juego fracasaba. Por suerte, finalmente resultó un éxito y lo que es más, se convirtió en todo un clásico que perdurará en la historia.
Debido a su tremendo éxito, el juego fue adaptado a una gran multitud de plataformas de la época, desde ordenadores hasta las propias consolas de Sega. El juego tiene dos secuelas para consolas: Space Harrier 3-D para Master System y Space Harrier II para Mega Drive, ambos lanzados en 1988. El juego de Master System se llamó 3-D porqué usaba unas gafas 3D que daban sensación de profundidad, una Realidad Virtual primitiva. En el año 2000 fue lanzado otro título de la saga llamado Planet Harriers. Por último, se lanzó un remake del juego para PlayStation 2 en 2003.
Space Harrier no tiene mucha historia que contar. Cuando empezamos la partida, nos dan la bienvenida con la frase "Welcome to the Fantasy Zone. Get ready!". Así empieza un viaje frenético en el que tenemos que luchar por nuestra supervivencia. Controlamos a un hombre llamado Harrier, quien armado con un cañón láser debe hacer frente a enormes hordas de enemigos.
El control del juego es sencillo pero eficaz. Podemos manejar a Harrier en las 8 direcciones mientras va avanzando automáticamente por los niveles. El juego trata de esquivar obstáculos y ataques enemigos, a la vez que acabamos con los enemigos para ganar puntos. Cuando el enemigo está cerca de nosotros, los disparos irá dirigidos hacia él y será muy fácil acertar, en cambio si están alejados será más difícil. Los enemigos son muy variados, nos enfrentaremos desde mamuts cíclopes hasta robots y naves espaciales. Al final de la mayoría de los 18 niveles que componen el juego nos enfrentamos a un jefe, los cuales se repiten entre niveles pero añadiendo dificultad y variando su apariencia, como por ejemplo un dragón y su versión esqueleto. 2 de los niveles son fases de bonus, en las que cabalgamos encima de un dragón... pero con rasgos de gato, llamado Uriah, el cual nos recordará a Fújur (también conocido como Falkor), el dragón con rasgos de perro de La historia interminable. En estas fases tenemos que destruir tantos obstáculos como podamos para conseguir puntos.
La dificultad del juego es realmente endiablada. Empieza siendo bastante razonable, pero al avanzar unos cuantos niveles nos acosarán varios enemigos en pantalla a la vez que tenemos que evitar todo tipo de obstáculos. Una buena estrategia es no parar de moverse, haciendo movimiento de zig zag para evitar los proyectiles enemigos. El juego no es muy largo, y podemos llegar al final del juego abusando de continuaciones, pero completarlo sin perder vidas es un reto sólo para los más hábiles y persistentes.
A parte de la frenética jugabilidad, otros puntos fuertes del juego es su apartado técnico y su ambientación. El juego nos presenta un surrealista mundo lleno de color y todo tipo de criaturas. La composición de los escenarios es muy simple, pero muy llamativa a la vez, con suelos que parecen un tablero de ajedrez y cielos de colores imposibles. Al fondo vemos en todo momento un horizonte al que por mucho que avancemos no conseguiremos alcanzarlo. El efecto pseudo 3D se consigue gracias al escalado de hasta 32 mil sprites (imágenes) en 2D a la vez en pantalla. Este despliegue visual va acompañado en todo momento por unas épicas canciones y repetitivos efectos de sonido que nos ayudarán a no perder el ritmo.
Space Harrier fue una revolución en su época. Un excelente shooter que marcó el camino a seguir a otros títulos posteriores. Un joven Yu Suzuki demostró con este título que tenía muchas ideas que aportar a la industria del videojuego, lo cual hemos podido comprobar durante las siguientes décadas.