Si hace dos semanas recordamos al mítico Super Mario Bros. para NES, que llevó al bigotudo fontanero a lo más alto del mundo de los videojuegos, hoy vamos a revisar su segunda parte, Super Mario Bros. 2. Una secuela que fue radicalmente diferente a la anterior, aunque también muy adictiva.

Corría el año 1996 cuando Core Design lanzaría una de las sagas más exitosas de la historia de los videojuegos y que problablemente creara el mito erótico de los videojuegos más importante: Tomb Raider. ¿Alguno de los presentes no conoce a la voluptuosa Lara Croft? El juego pretendía mostrar una heroína como un Indiana Jones femenino, una arqueóloga corriendo mil y una aventuras en lugares donde la antigüedad se cuenta por centenares de años. De hecho, poca gente dudó que la sombra de Indiana Jones, el mito cinematográfico, estuvo presente en el juego.

Hoy en día es una tarea complicada encontrar a alguien que no conozca al fontanero Super Mario. La mascota de Nintendo sigue teniendo juegos de todo tipo que siguen triunfando en crítica y ventas. Hoy vamos a recordar a Super Mario Bros., el juego que hizo llegar a Mario a multitud de hogares y que convirtió al fontanero en todo un mito del videojuego.

Todos los aventureros adoramos aquellas aventuras gráficas repletas de situaciones de lo más cómicas e hilarantes, como los archiconocidos Monkey Island, Space Quest, Leisure Suit Larry o Day of the Tentacle.

Cuando en el año 1994 se pensaba que Super Nintendo ya había demostrado todo lo que podía ofrecer, llegó Rare con un juego que nos dejó a todos con la boca abierta tanto por su jugabilidad como por sus gráficos. Era el retorno del famoso gorila de Nintendo en un juego que se tituló Donkey Kong Country.