En la retro review de hoy retomamos a una de las grandes compañías niponas de arcade, Taito, para hablar de uno de sus videojuegos de finales de los 80, Volfied. Pero no podemos hablar de este juego sin retroceder unos cuantos años, concretamente hasta el 1981, cuando la misma compañía lanzó al mercado QIX, un juego prácticamente idéntico en cuanto a jugabilidad, aunque como era de esperar, Volfied es mucho más completo.

En este primer recordando de 2017 os traemos un antiguo arcade desconocido pero muy curioso, y que me tuvo enganchado a mi NES durante muchas horas, aunque no llegué a pasármelo al ser un juego bastante difícil. Os hablo de Formation Z, un juego en el que el protagonista es un robot que tiene la capacidad de transformarse en una nave de combate.

Desde NoSoloBits desconocemos si la serie de animación The Simpsons es la más longeva de la historia, pero lo que sí podemos asegurar es que debe ser una de las más largas (y exitosas) de la historia, contando hasta la fecha con 28 temporadas y proyectadas, como mínimo, dos más. Como todos vosotros sabréis, en esta serie se cuenta de forma satírica la vida en la peculiar ciudad de Springfield a través de la familia Simpson.

Pese a los nuevos sistemas de 32 bits que estaban apareciendo, algunas compañías continuaron creando grandes títulos para Super Nintendo durante la segunda mitad de los 90. Uno de ellos es Wild Guns, un gallery shooter ambientado en el salvaje oeste, pero con una peculiaridad: tenemos que enfrentarnos a un ejército de robots.

No han sido muchos los comediantes que hayan tenido un videojuego dedicado, de hecho, un servidor solo recuerda ahora mismo un videojuego basado en Charlot. Pero los The Three Stooges, conocidos en América latina como Los Tres Chiflados, llegaron a contar con una más que correcta aparición en el mundo digital. El grupo estaba formado por Moe, Larry y Curly (aunque hubo otros miembros), triunfando en la pequeña pantalla en una dilatadísima carrera que empezó en el año 1922 para retirarse definitivamente en 1970. Sin embargo, hay una triste historia en esta carrera de 48 años y es que nunca fueron propietarios de su obra cómica, sino que iban cobrando semanalmente a medida que hacían funciones, por lo que se vieron arrastrados a trabajar hasta que la vejez y al final, la muerte, los alejaron definitivamente de los focos, ya que al no ser propietarios tampoco cobraban royalties por la posible explotación de su obra.