Hoy vamos a hablar de un juego de sobras conocido por aquellos gamers de una cierta edad que, aunque no hayan llegado a probarlo, seguro que a sus oídos ha llegado el enorme éxito que cosechó: Manic Miner. De hecho, tal fue el éxito que dió paso a una saga conocida como Miner Willy Saga, habiendo otros títulos bastante conocidos como Jet Set Willy.

El título de hoy es Blood Bros., un shoot'em up realmente divertido el cual nos pone a los mandos de un vaquero y un indio que van impartiendo justicia a disparo limpio. Este título es la secuela espiritual del mítico Cabal, ya que aunque está ambientado en el salvaje oeste en vez de en la guerra moderna, tienen el mismo estilo de juego.

Hoy os traemos un shoot'em up, The Chaos Engine (conocido en EEUU como Soldiers of Fortune) desarrollado por la ya extinta The Bitmap Brothers y distribuido bajo su propio sello editor, Renegade Software, que apareció en el mercado en 1993 y que quizá no contó con una gran repercusión por aparecer en una etapa de transición entre generaciones, pero que fue lo suficientemente bueno como para contar con una segunda parte aparecida tres años más tarde.

Algo que caracterizó a la compañía japonesa SNK durante la época de los 80 y 90 fue la gran versatilidad de la que hacía gala creando títulos para Neo Geo, su sistema arcade. Creó juegos de todo tipo de géneros, y la gran mayoría de una altísima calidad. Los deportes no fueron una excepción, y entre ellos crearon Super Sidekicks, un título de football con un ritmo trepidante.

Una de las grandes revoluciones tanto de la informática como del mundo audiovisual fue la irrupción de los soportes ópticos, como los CDs, que dejaban completamente obsoletos a los soportes magnéticos como los diskettes primeros y posteriormente las cintas VHS, reemplazadas por los DVDs. La mayor capacidad de almacenamiento que proporcionaban permitió añadir a los videojuegos nuevas tecnologías como las cinemáticas o unas bandas sonoras mucho más elaboradas gracias al nuevo espacio del que disponían.