Los deportes de motor es un género que siempre ha sido muy bien representado en los videojuegos, desde los títulos más arcade como Rock n' Roll Racing hasta los simuladorer más realistas como Gran Turismo. Dentro de este género encontramos también títulos de motocross, los cuales por normal general son arcades, locos, y también muy adictivos, como Bike Rivals, el nuevo juego de Profusion Studios y publicado por MiniClip.

Si revisamos nuestros artículos en los que recordamos juegos antiguos, queda claro cuales géneros nos gustan más y cuales menos, y el género de conducción entra sin duda alguna en el segundo grupo. Igualmente tengo algunos títulos de este género que recuerdo con mucho cariño, como Micromachines, Mario Kart, Stunt Race FX, o nuestro protagonista de hoy, Rock n' Roll Racing.

Las fases de bonus eran un elemento clave de los juegos de los 80 y 90, sobre todo en las versiones arcade. Hay cientos de fases de bonus diferentes, pero sin duda alguna una de las más recordadas es la fase de bonus de Street Fighter II en la que teníamos que destrozar un coche a base golpes.

A finales de los 80 y sobretodo principios de los 90, proliferaron en todas las plataformas, tanto consoleras como ordenadores, los plataformas de scroll lateral, animados sobretodo por el arrasador éxito de Super Mario. No fueron pocas las compañías que se especializaron en este género (aunque sacaran de otros), siendo Titus Interactive un claro ejemplo.

Sunset Riders, un fantástico juego arcade del cual hicimos una retro review esta semana pasada. No podía quedarme sin publicar la fantástica intro del juego, en la cual nos presentan a Steve, Billy, Bob y Cormano, los cuatro cazarrecompensas que protagonizan el juego.