Guía de Castlevania: Lament of Inocence

Palabras finales

Solución

Castlevania, el Lamento de la Inocencia tuvo, desde el principio, un peso titánico sobre sus hombros: estar a la par con el formidable Symphony of the Night, el juego de la serie más reconocido de todos cuantos ha habido.

Sin embargo, los programadores tenían una idea distinta en mente: ellos querían hacer un Castlevania tradicional, uno que, aunque tuviera elementos de SOTN (que a su vez provienen de aquel famoso Metroid de SNES) se sintiera como aquellas aventuras de Simon y Trevor Belmont.

Y lo lograron: desde el título de presentación, el juego exhala tradicionalidad por los cuatro costados.

Tiene unos cuantos problemas: hay personas que, por ejemplo, no gustaron de la historia que se le dio al juego, ni tampoco que GIA, el director, se haya tomado el atrevimiento de decir “cómo” empezó todo, cómo los Belmont decidieron dedicar su linaje a combatir al mundo oscuro.

Puedo entenderlos muy bien: la historia pudo haber dado mucho más de sí, y pudieron haberse tomado la molestia de escribir argumentos mejores, o darle un volumen más realista a los personajes (es gracioso ver a Leon regresando intacto de haber visto los horrores del Laboratorio Anti Almas, hablando con Rinaldo, como si tal cosa), esto fue lo que la gente esperaba, y es lo que suele suceder cuando tienes en mano el encargo de hacer un juego del que muchos esperan demasiado: los personajes deben parecer de película, y de eso, precisamente, carece Lamento de la Inocencia.

Por otra parte, giran muchas teorías en torno a Mathias... yo personalmente estoy en desacuerdo con ellas: Vlad Tepes tiene su propia historia, su propia cultura, su propio legado, y su propio motivo que, dicho sea de paso, es mucho mejor que el argumento del señor Cronqvist.

Muchísimas gracias por leer esta guía, espero, de corazón, que les haya servido en vuestra aventura a través del Lamento de la Inocencia.

Volver arriba