Guía de Broken Sword II: Las fuerzas del mal
Selva y nada más que selva
Solución
Llegué a una cabaña donde un ser tocaba el órgano, pero no valieron de nada mis gritos. Para llamar su atención, coloqué en unas hojas húmedas el periódico para secarlas; y después el fetiche en el molino para hacer arder dichas ramas, y crear un humo que hicieron salir al hombre de la cabaña. Era un misionera francés, el padre Hubert, que había encontrado a Nico mal, mordida por una serpiente venenosa (¿habrá algunas que no lo son?). el padre Hubert me comentó la existencia de una raíz que era el antídoto que necesitaba Nico, pero la tiene una tribu cercana. Aunque lo intenté, no pude conseguir convencer al padre Hubert que me acompañara a verlos, pues su alzacuellos está arrugado. Yo, con un cabreo porque el tonto del padre Hubert dejaba morir a una buena chica (¡porque está muy buena!) por su alzacuellos arrugado, me dispuse a acabar con la tontería. Coloqué una enredadera en la prensa, el alzacuellos también y luego usé una cruz en la misma; y me salió un buen planchado. Recogí el alzacuellos y se lo entregué al padre Hubert.
Me llevó allí el endemoniado padre, y hablé sobre Nico, el chamán de la aldea y el padre Hubert, pero necesitaba un tributo. Como me había bebido todo el vino de Valdepeñas que tenía, decidí probar con las galletas. Vaya, el chaman quería más. Así, pues le metí la piedra con extraños símbolos en la caja de galletas y se la di a los guardias. Ellos me dejaron concertar una cita con el chamán. Su conversación fue muy interesante. Al parecer, un dios maya malvado, Tezcatlipoca, puede preparar el Apocalipsis de la Tierra si lo liberan, el próximo eclipse solar, de su encierro. Aunque esto se podría detener si se colocan tres piedras mayas en el interior de la pirámide. Yo, para variar, debía salvar al mundo. Bueno, eso me lo hago yo en un ratito libre. Volví a la cabaña donde estaba Nico, y le intenté meter la raíz por la nariz. Al rato, me di cuenta de que no podía caber entera (¡pero sí la mitad! ¿Y yo no estoy loco, eh?), bajé abajo corriendo y coloqué la tapa de la chimenea debajo de la prensa, y la raíz en la prensa; y con la cruz hice mi potaje de raíz. Con la ayuda de la raíz, Nico se recuperó instantáneamente.
Volver arriba