Guía de Are you Afraid of the Dark: The Tale of Orpheo’s Curse

La otra puerta estaba cerrada, así la que la niña volvió al estudio de modelado. De allí fue al museo de cera, y pasó por la puerta situada en la estatua del mago Merlín. Tras subir unas grandes escaleras, se encontró en la planta principal, donde estaban las puertas por donde entraba el público. Pero aún tenía que encontrar a su hermano. La puerta con el letrero “Sólo Empleados” le llamó tanto la atención que entró por ella, recorriéndolo hasta dar con otra puerta que daba a una oficina. Orpheo apareció de repente, y cerró la puerta con un muro de ladrillos. Terry no se desesperó y encontró algunos interesantes documentos en el escritorio, usó el teléfono y descubrió una puerta secreta colocando la chaqueta en el colgador de la pared.

Salió de nuevo al hall y continuó hasta llegar al escenario. Unas cuerdas en las que ponías “CAJAS” sujetaban algo, y Terry las quitó y dos cajas de transporte, las que usó Orpheo, aparecieron en el escenario. Bajó las escaleras hasta una habitación con losas blancas y negras, bajando la escalera de caracol. Entró por la puerta con el rótulo “SASTRERÍA” y miró un espejo. La mujer apareció y dijo llamarse Felicia, y que para romper la maldición debía encontrar cinco objetos mágicos de Orpheo y ponerlos sobre la estatua de cera de Orpheo en el ático. Los objetos eran un sombrero, la varita mágica, la capa, el medallón y los ojos de cristal. De repente se oyó a Orpheo, y Terry se escondió tras unos vestidos y salió cuando el mago se marchó. Fue por el agujero de la lavandería hasta el ático, donde abrió la puerta del almacén. Localizó un escritorio y lo abrió con la llave que tenía, tomando el pomo de una puerta. Pero en ese momento, un esqueleto cobró vida y comenzó a perseguirla. Rápidamente fue por donde había venido, luego a la puerta de mantenimiento hasta la sala de calderas. Cuando abrió la puerta, el esqueleto intentó cogerla, pero la cera se derritió. Ahora ya sin problemas, la niña cogió aquel pomo.

Fue a los camerinos y entró en el de Elizabeth, con la que habló a través del espejo. Elizabeth la dijo que estaba encerrada en el limbo, que su padre había enloquecido y que Mary era la culpable. Luego, fue al camerino de Aldo, uno de los que actuaban con Orpheo, cuyo fantasma le relató que su amo no había conseguido hacer un truco bien desde la maldición, y que todos habían desaparecido. Incluso Orpheo llegó a pedir a la gente de la calle que le ayudara. Sólo Houdini podía hacer algo, pero necesitaba la varita mágica del mago.

Terry empujó un resorte y abrió una puerta secreta al museo de cera, pero volvió por donde había venido y fue a la sala de los músicos, al lado de las escaleras de caracol. Fue al foso y examinó la partitura y descubrió que el director interpretó la melodía “la flauta mágica”, la cual, al intentar cogerla, salió algo como una flecha disparado. Era la varita mágica.