Saints Row: The Third - PC

El juego mantiene las características básicas de sus antecesores; es un juego de acción en tercera persona complementado con momentos de conducción y lucha callejera. Como líder de los Third Street Saints, podrás explorar la ciudad de Steelport, realizando las misiones del modo historia, así como misiones secundarias de lo más variadas. Completar dichas misiones nos reportarán dinero, armas, coches y respeto hacia la banda. En las ediciones anteriores el respeto se utilizaba para desbloquear misiones, pero en esta ocasión servirá a modo de experiencia para subir habilidades del personaje como la lucha cuerpo a cuerpo o la habilidad con armas, ya que el personaje podrá subir de nivel. También se incluyen los populares "perks" o ventajas. Con el dinero podremos comprar desde ropa, pasando por coches, armas, propiedades o mejoras (equipamiento, vehículos o cuartel de la banda).

Cabe destacar una característica de las misiones, y es que éstas nos permitirán tomar varias vías para finalizarla, dependiendo de nuestra forma de proceder realizaremos unas acciones u otras que tendrán lógicamente sus consecuencias.

Adicionalmente al modo de un jugador, existe uno para dos jugadores con una dinámica muy similar, pero algunas actividades cambian sus normas para adaptarse. Sin embargo, y debido a que se quiso potenciar el modo cooperativo, no se ha incluido un modo multijugador.

Por último, la "Initiation Station" nos permitirá subir a la comunidad online de Saints Row nuestros personajes creados, así como descargar los realizados por otros jugadores y cargarlos con nuestra partida salvada.

Hace ya varios años que los Third Street Saints reclamaron la ciudad de Stilwater para ellos. Han pasado de ser un pequeño grupo de matones a una reconocida banda, incluso explotada comercialmente con bambas, bebidas energéticas y figuras de Johnny Gat. Sin embargo, su fama ha llamado la atención de una legendaria organización criminal conocida como El Sindicato, quienes demandan que les paguen un tributo.

Negándose a las exigencias de El Sindicato, los Saints deciden trasladar la batalla a Steelport, una antigua y gloriosa metrópolos inmersa ahora en el pecado bajo el yugo de El Sindicato.