Guía de Veil of Darkness
Quinta y Sexta Profecía
Solución
Y al muerto esclavizado desencantará. [...] El honor del ahorcado limpio dejará.
En el cementerio estaba el fantasma de Luciano, el padre de Natalia, quien me habló sobre algo muy importante en un laberinto. Me dio una llave para conseguirlo. Ya que estaba en aquel pueblo, fui a hablar con el gobernador. Me habló de un pequeño trabajo: matar a un hombre lobo, un licántropo, por una bolsa de monedas de plata. También me comentó la muerte de Ambrosio, por ser el posible asesino de Eduardo. En una encrucijada encontré el cuerpo colgando de Ambrosio, que aún hablaba. Me habló de una vieja y de una llave que me sería muy útil, la cual me entregaría si encontraba al verdadero asesino.
Fui a casa del sepulturero, el cual me parecía culpable. En sus dormitorios, hallé una camisa rasgada y una poción de fuerza, más una botella de vino vacía en el pasillo. Fui al pueblo, a la farmacia, a preguntar por el perejil. Me dijo que era una planta malvada y que sólo los asesinos sembraban perejil. Fui a hablar al gobernador y, dándole las tres pruebas, el trozo de camisa, el perejil y la botella vacía, proclamó la tardía inocencia de Ambrosio y el ahorcamiento del sepulturero, Gregorio.
Tras la captura del verdadero asesino, entré en la casa del sepulturero y bajé a su sótano pudiendo sustraerlo tres monedas de plata y el Libro de las Almas. Regresé donde el cuerpo de Ambrosio, ocupado por el de Gregorio, y él me dio la llave del monasterio para acceder al libro de Ritos Etéreos. Fui al monasterio y bajé muy abajo, donde encontré el susodicho libro. Lo leí, diciendo que era necesario una campana de plata, una vela bendita y un objeto de metal relacionado con el difunto para hacer sonar la campana. Ya que estaba en la iglesia, el monje me bendijo mi vela. Regresé a la casa de Kirill y le hablé sobre su hijo Andres. Me dio excusas, así que fui al otro pueblo y, en una casa, hablé con una mujer que me comentó que Cristina estaba en trance desde que desapareció el hijo de Kirill. Le dije Andres, y ella reaccionó y me contó toda la historia: su hijo había muerto y Kirill lo llevó donde Kairn, el cual, en vez de devolverle la vida a cambio de un diamante, le convirtió en un zombie, el cual quedó encerrado en una habitación.
Volví donde Kirill, al cual acusé y me dijo todo lo que había ocurrido, dándome la llave. Pero era aún peor, Kairn se había llevado a Deirdre a su castillo. Leí el Libro de Almas, y fui al cementerio y desenterré la tumba del vampiro, hallando un pincho de hierro. Sin embargo, cuando fui a ver al orfebre, decidí pedirle una espada de plata para hacer frente al zombie. Así lo hice, y pude vencer al maldito hijo de Kirill. Recogí un diamante que soltó, y me marché.
Fui al bosque oscuro, con el talismán puesto en mi cuello. Allí me encontré con un leñador, que me habló sobre un hada. En el bosque oscuro encontré varias plantas, cada una con ciertas facultades curativas, un cuerno y, en una cabaña, un sombrero. Fui a la encrucijada para hablar con la bruja, que no era quien todos pensaban. Me habló del barquero y de la liberación de un abuelo suyo, en el cementerio. Necesitaba una campana de plata, pero no tenía monedas suficientes, así que tuve que ir al castillo de Kairn a conseguir cinco monedas de plata más. Con estas cinco monedas, más las que ya tenía, me hice la campana. Até la cinta de Deirdre a la campana y me fui al cementerio.
Encendí la vela con el mechero y usé el pincho metálico que desenterré con la campana. El demonio del mausoleo desapareció.
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