Opera Soft fue una de las empresas punteras en el panorama videojueguil español en su época dorada, es decir, segunda mitad de los 80.
Fue fundada en 1987 tras la quiebra de Indescomp y, contra todo pronóstico, obtuvo un enorme éxito con Livingstone Supongo, uno de los mejores juegos desarrollados para la época. Sin embargo, años más tarde se superarían realizando el que para muchos fue el mejor juego de la era de los 8 bits, La Abadía del Crimen.
Como la mayoría de empresas españolas, no soportó el cambio a los 16 bits y se disolvió a principio de los 90. José Vicente Pons y Eduardo Beiber, dos miembros de la compañía, fundaron COMIX más tarde, con escaso éxito. Pons lo volvió a intentar haciéndose cargo de Exelweiss, que desarrolló nuevos juegos a partir de licencias de Opera, como Goody Returns o Livingstone, Lost Again.