Nunca provoques a un alcalde furioso
Durante finales de los 80 y gran parte de los 90, uno de los géneros más comunes en los salones recreativos eran los beat'em up, que básicamente consisten en machacar a golpes a todo lo que veamos en el escenario, tanto objetos como enemigos. Uno de los exponentes de este género fue y es Final Fight, en el cual un alcalde impone su ley a base de presas de lucha libre.
El encargado de realizar Final Fight fue Capcom, uno de los grandes desarrolladores de juegos Arcade en aquella época. El juego fue lanzado en el año 1989 para máquinas Arcade (la famosa placa CPS), En un inicio, el juego iba a ser una continuación de Street Fighter, llamándose Street Fighter 89, pero finálmente se le cambió el nombre. Esta no es la única relación que tiene el juego con Street Fighter, ya que a lo largo de los años muchos personajes de Final Fight han ido apareciendo como luchadores en juegos de Street Fighter.
El juego fue un exitazo en todo el mundo, y como no podía ser de otra forma, se comenzaron a hacer versiones para todas las consolas de la época. Una de las versiones más controvertidas (que no quiere decir que fuera la peor) fue la de SNES, ya que aunque gráfica y jugablemente estaba bastante bien (aunque con limitaciones), quitaron a Guy, uno de los personajes jugables, también quitar el nivel Industrial y lo peor de todo fue que le quitaron el modo de dos jugadores, una característica necesaria en juegos de este género. La versión de SNES también fue presa de la censura, cambiando las chicas del juego por hombres, cambiando una silla de ruedas por una de oficina y también nombres, ya que pensaron que estos temas no debían ser tratados en un videojuego. A día de hoy aún podemos ver versiones digitales de este juego para consolas actuales.
Final Fight trata la historia de Mike Haggar, el alcalde de la ciudad de Metro City. Jessica, su hija, ha sido secuestrada por la banda criminal Mad Gear, así que Haggar decide arreglar el asunto por el mismo, con la ayuda de Cody, el novio de Jessica, y Guy, el mejor amigo de Cody. Haggar antes de ser alcalde era luchador de lucha libre profesional, Cody es experto en lucha callejera y Guy en artes marciales, así que la banda lo va a tener difícil para plantarle cara a estos tres individuos.
Estos son los tres personajes que podemos seleccionar en el juego. Haggar es fuerte pero más lento, y su arma óptima es la tubería. Cody es el personaje nivelado entre fuerza y velocidad, y su arma preferida es el cuchillo. Guy es el personaje rápido, y su mejor arma es la katana.
Seleccionando a cualquiera de ellos, el sistema de juego es el mismo. Tenemos un botón para golpear y otro para saltar (y golpear en el aire). Si nos acercamos a los enemigos lo suficiente también podemos agarrarlos para golpearlos o lanzarlos por los aires. Además, cada personaje tiene una técnica especial pulsando los dos botones a la vez, que hace que todos los enemigos de nuestro alrededor caigan al suelo, pero cuesta algo de vida. Este ataque es perfecto cuando no hay escapatoria y el coste de vida sería mayor si no lo usamos.
El juego está dividido en 6 escenarios muy variopintos, desde los suburbios de la ciudad a la parte alta. Durante estas fases encontramos diferentes tipos de enemigos y a los jefes de final de fase, que nos harán sudar para poder vencerlos. Además de enemigos encontramos diferentes tipos de contenedores, que al romperlos encontramos objetos curativos y diferentes tipos de armas que aumentan nuestro alcance y daño.
Como juego Arcade que es, la dificultad es bastante elevada, así que si queremos completarlo sin que nos maten o sin gastar continuaciones, deberemos pasar muchas horas aprendiendo las tácticas para sobrevivir. La duración de una partida completa es corta, entre 30 y 40 minutos, pero es un juego muy rejugable, sobre todo en modo cooperativo de 2 jugadores.
Final Fight sigue siendo uno de los grandes juegos Arcade a día de hoy. Gracias al gran trabajo de diseño que se hizo, el juego ha envejecido muy bien después de todos estos años, y sigue siendo un gozo recorrer las calles de Metro City limpiándolas de maleantes.