Revolution Software era una de esas empresas que desarrollaba Aventuras Gráficas a la sombra de LucasArts. Sus dos primeros títulos (Lure of the Temptress y Beneath a Steel Sky) fueron grandes juegos y bien recibidos por el público, pero no fue hasta su siguiente juego, Broken Sword, cuando consiguieron su gran éxito comercial y la creación de una saga que dura hasta el día de hoy.
Broken Sword fue publicado en el año 1996 por Virgin Interactive. Esta aventura gráfica point and click fue muy bien recibida por la crítica, ganando varios premios, y por el público, ya que consiguió vender más de 1 millón de copias en su momento.
¿Qué tenía Broken Sword para hacerlo tan especial? Lo primero es su presentación y su absorbente historia. Todo empieza con George Stobbart, un norteamericano de vacaciones en París, las cuales se ven interrumpidas por la explosión de una cafetería mientras Stobbart está tranquilamente sentado en su terraza. De esta forma George Stobbart conoce a Nicole Collard, una periodista que trabajaba en el suceso, y juntos emprenden una aventura llena de conspiraciones y cultos que giran en torno a los Caballeros Templarios.
Esta magnífica historia estaba envuelta en unos gráficos que quitaban el hipo en su época. El juego estaba presentado como una película de animación, donde los diseños de personajes, animaciones y escenarios estaban cuidados al más mínimo detalle. La música y efectos de sonido no se quedaban atrás, con piezas musicales muy bien escogidas para cada ocasión.
En cuanto al sistema de juego era una aventura gráfica sin demasiada novedad. Debíamos buscar por los escenarios pistas y objetos que nos permitieran continuar con nuestra búsqueda. El juego tenía puzzles muy interesantes y algunos muy difíciles. Incluso para algunos teníamos que hacer "pixel-hunting", es decir, ir recorriendo toda la pantalla a la busca de un minúsculo objeto con el que podíamos interaccionar, y esto puede desesperar hasta al más paciente.
El desarrollo del juego era muy nivelado y en ningún momento daba la sensación de que estuvieramos haciendo todo el rato lo mismo. Los escenarios eran muy variados al visitar muchas partes del mundo, y se conocían toda clase de personajes.
Broken Sword fue uno de los juegos me encantó en su día y que tengo pendiente de rejugar, y de paso seguir con sus secuelas (que me falta alguna por jugar). Es un juego que hoy en día se puede jugar perfectamente, ya que han salido multitud de versiones remasterizadas y adaptadas para varios dipositivos, tanto móviles como domésticos. Si os gustan las aventuras gráficas, no dudéis en darle una oportunidad.