La Colmena es un juego de ingrato recuerdo para muchos nostálgicos de los 8 bits, puesto que supuso el canto del cisne para una compañía tan mítica como Opera Soft, que tan buenos momentos había hecho pasar a los gamers y que se despedía con su juego más atípico y subido de tono. Antes de seguir, aclarar que cualquier parecido con el libro de Camilo José Cela es pura coincidencia!
Tanto la ilustración de portada como los gráficos del juego fueron obra del genial Azpiri, que tan ligado había estado al mundo de los videojuegos desde sus inicios en España, por lo que a primera vista llamaba bastante la atención. Sin embargo, nos encontramos un producto totalmente diferente a lo que nos tenían acostumbrados los chicos de Opera Soft: se trata de un juego de mesa de carácter erótico-festivo. Los que hayáis jugado lo sabréis, y los que no, no va en broma. El nombre del juego, La Colmena, hace referencia al tablero del juego.
El objetivo del juego es llegar al centro de La Colmena, que está dividida en varios niveles. Para ello, dispondremos de una tirada cada turno que nos hará avanzar en el tablero, persiguiendo las casillas que nos hacen bajar de nivel, pero la tirada, como si fuera un dado, es puro azar. ¿Y donde está la parte picante preguntaréis? Pues bien, La Colmena es un juego pensado para jugar con gente, siendo una mezcla de juego de tablero con "strip-poker" (sin tener que jugar necesariamente a las cartas). Es decir, dispondremos de prendas que tendrán un cierto valor monetario y de las que nos iremos desprendiendo si no tenemos suerte jugando a la ruleta o participando en las otras pruebas donde el dinero juegue un papel fundamental. Como en el strip-poker, si recuperamos el dinero podremos recuperar nuestras prendas.
Pero lo picante no acaba en ver como el resto de jugadores van despojándose de su ropa, si no que hay más. El tablero tiene diferentes tipos de casilla, en algunas simplemente tendremos que responder a una cuestión que se nos plantea, pero otras nos propondrán pruebas de lo más subidas de tono como abrochar y desabrochar la bragueta de alguno de nuestros contrincantes, echar un cubito de hielo por el escote, buscar la talla de su camisa, chuparle el dedo pulgar o mordisquearle el lóbulo de la oreja, entre otras pruebas. Como hemos comentado con anterioridad, también está la ruleta y el póker, donde deberemos tener cuidado de no perder nuestro dinero y, por lo tanto, nuestras prendas.
Por lo tanto, queda claro que es un juego al que hay que jugar acompañado (y si es posible muy bien acompañado!), con un total de hasta 6 jugadores. Por otra parte, también se puede escoger la profundidad del tablero, hasta 6 niveles y el tiempo de respuesta en las preguntas, desde 10 segundos a 1 minuto.
La Colmena, a pesar de que pudo hacer pasar un buen rato a alguien jugando en grupo, no se puede considerar un juego para el recuerdo y mucho menos viendo los éxitos lanzados anteriormente. Reitero que fue una forma un tanto atípica de que una empresa tan mítica abandonara el mundo de los videojuegos debido a su acuciante situación económica, aunque prácticamente a la par distribuyó un juego titulado Olympic Games '92, con motivo de los JJOO de Barcelona.