Recordando
Retro Review La Abadía del Crimen

Como sucede en otras expresiones artísticas como el cine o la literatura (yo soy de los que piensa que crear juegos es un arte), hay ciertas obras que por su calidad, el impacto que provocaron en su momento y el paso del tiempo las convierten en obras maestras atemporales, aunque a veces rodeadas también de un cierto halo de nostalgia, por los buenos momentos que nos hizo pasar en su día.

La Abadía del Crimen fue uno de esos juegos, ideado y programado por el malogrado Paco Menéndez, el genio español de la industria de los videojuegos que consiguió colocar de una vez por todas a las compañías de los 8 bits españolas en el mapa videojueguil europeo. La Abadía del Crimen fue publicado en el año 1987 por Opera Soft y se convirtió en un enorme éxito, por ser un juego adelantado a su tiempo.

Sin embargo, con la licencia del juego se dió una de aquellas situaciones curiosas en el mundo de los videojuegos. El juego está basado en el libro de Umberto Eco "El Nombre de la Rosa", del que también se hizo una película con el mismo nombre protagonizada por Sean Connery y Christian Slater, pero no llegó a conseguir la licencia así que el nombre del juego tuvo que ser cambiado (y el de sus personajes), aunque la trama y las situaciones en muchas ocasiones son perfectamente reconocibles. Dice la historia que no la pudo conseguir porque cuando contactaron con Umberto Eco, éste no llegó a entender qué era un videojuego, así que decidió no ceder los derechos. Hay que contar que el mundo de los videojuegos se encontraba todavía en una fase embrionaria y no era algo común en la sociedad como lo es en nuestros días.

Como muchos sabéis la trama consiste en la siguiente: Un monje franciscano, fray Guillermo de Occam y el joven novicio Adso de Melk tienen que descubrir al autor de una serie de asesinatos, llevados a cabo en una abadía benedictina en la península de Italia. El abad quiere que todo se solucione antes de la llegada de los miembros de la Inquisición.

Con esta premisa llegamos a la abadía, donde deberemos desentrañar el misterio pero sin levantar ningún tipo de sospecha, por lo que debemos asistir a ciertas celebraciones de la abadía, como las misas o las comidas (y no cometer herejía visitando lugares prohibidos), o estar a ciertas horas de la noche en nuestra habitación, pero encontrando tiempo para escabullirnos y empezar nuestra investigación, esquivando al siempre vigilante abad que no nos quitará ojo de encima. El tiempo del que disponemos es limitado, por lo que no nos podemos dormir en los laureles.

Para mi uno de los grandes aciertos del juego es su disposición isométrica así como su absorbente atmósfera, que ayuda al jugador a meterse en el papel y a estar tenso durante todo el juego mientras desentraña el misterio.

Además, ponía a prueba el ingenio del jugador, que debía saber qué objetos utilizar y qué salas ir visitando para poder avanzar, algo que hoy reconocemos de forma indudable como una aventura gráfica.

Resumiendo, La Abadía del Crimen fue obra sin duda alguna de un genio, aunque no hay que dejar de lado el gran trabajo que hizo Juan Delcán, con el diseño de los escenarios, imprescindibles para que el juego fuera lo que fue.

Como último dato curioso, hace un tiempo encontré por Internet un video que sostenía que si tenías una copia pirata mal duplicada, durante la misa, mientras se canta el "Ave María" se puede escuchar una voz que decía "Pirata, pirata, piraaataaaa". Yo no puedo afirmar si esto es cierto o no, ya que desconocía este hecho. En los comentarios del video hay una imagen del juego que supuestamente tiene este huevo de pascua, pero tampoco podría decir si no es algo modificado a posteriori. Ahí queda la curiosidad!