El nacimiento de Péndulo Studios
A pesar de que en 1994 ya se aproximaba el canto del cisne de la época dorada de las aventuras gráficas, una incipiente compañía española decidió apostar por ellas, puesto que aún contaban con el respaldo popular necesario. Esta compañía no fue otra que Péndulo Studios, conocida por los gamers más jóvenes por la saga Runaway. Al juego lo titularon Igor: Objetivo Uikokahonia.
La historia nos pone a los mandos de Igor, un estudiante de una típica universidad americana, quien vive locamente enamorado de una compañera de clase, Laura. Tan desesperado está por ella que se dedica a espiarla, hasta que un día se entera que se está organizando un viaje a una isla paradísiaca llamada Uikokahonia.
Tanto Laura como Phillip, archienemigo de Igor y pretendiente de Laura, están apuntados al viaje, por lo que Igor decide también alistarse para no perder distancia respecto a su competidor en la carrera para conquistar el corazón de Laura. Sin embargo, existen unos requisitos fundamentales para poder asistir al viaje: estar matriculado en Biología, presentar un trabajo de fin de semestre y conseguir el dinero para el viaje. Nosotros deberemos ayudar a Igor a completar estos tres requisitos.
Bajo esta premisa el juego nos presenta una interfície point & click similar al archiconocido SCUMM, con las acciones que podemos realizar y nuestro inventario. Respecto a los diálogos con otros personajes también se utiliza el sistema típico, mostrándonos la lista de opciones a escoger en la parte inferior de la pantalla.
La acogida del juego fue buena, sobretodo en territorio patrio, pero se le achacó una corta durabilidad y una dificultad bastante baja para los aventureros más curtidos. Años más tarde, Péndulo se destaparía con otra gran aventura titulada Hollywood Monsters.
Decir que el juego originalmente fue lanzado en diskettes, pero posteriormente la difunta Dinamic Multimedia lanzó una edición en CD-ROM con música mejorada y el doblaje de las voces de los personajes.
Sin duda alguna, todo un hito en la historia del software español, más por lo que representó que por su calidad, bastante alejada de ser una obra maestra, pero indudablemente un buen y entretenido juego.