Destruyendo el mal de Draconia
En el año 1987, un juego sacudió el mundo de los shooters de scroll lateral, en el que con una nave tenías que destruir a multitud de enemigos que salían a tu paso, con un componente frenético muy adictivo: R-Type. Como suele suceder con este tipo de éxitos, hay compañías que intentan seguir la estela del éxito, con otros juegos similares de gran calidad. Y este es uno de estos casos: Menace, también conocido como Draconia en algunos países.
DMA Design, a la carga
Creo que en la actualidad, cualquier persona que se haya acercado mínimamente al mundo de los videojuegos, conocerá a Rockstar, autora de éxitos comerciales como la saga Grand Theft Auto o Red Dead Redemption. Los que ya tenemos una edad recordaremos que la saga GTA se inició bajo otro nombre, DMA Design Limited, que era el nombre del estudio hasta que Take-Two Interactive los compró allá por el 1999. Antes de ser comprados, ya habían dejado un reguero de juegazos, como el ya citado GTA o Lemmings, entre otros.
Sea como fuere, en el año 1988 la compañía DMA se embarcó en Menace que, si bien en mi opinión no llegaba a la excelencia que mostró R-Type, me parece igualmente un juegazo, muy adrenalítico y adictivo, donde la pericia y los reflejos serán parte esencial en algunas fases, donde estemos rodeados de proyectiles que se acercan amenazadoramente a nosotros.
Draconia, la cuna del mal
Seis dictadores del espacio se han unido para crear el planeta Draconia, lugar donde albergarán multitud de formas de vida temidas, que representan una amenaza para la estabilidad de la galaxia. Nosotros, a bordo de una nave, deberemos visitar el planeta y destruir toda forma de vida que nos salga al paso.
Como comentábamos anteriormente, el juego es un shooter de scroll lateral, donde podremos manejar nuestra nave en la dirección de los cuatro puntos cardinales, mientras la pantalla avanza sin descanso. Al principio, dispondremos del disparo básico, con el que tendremos que empezar a abatir a nuestros enemigos, que serán de todo tipo, longitud, rutinas de ataque o movimiento.
Al destruir algunos de ellos, dejarán unos tokens que al recibir disparos irán rotando para mostrar un power-up diferente, que bien puede ser mejora en nuestro ataque, como los lásers o los cañones, o bien mejoras para la nave, haciéndola más temible como algunas extensiones que serán capaces de disparar en otras direcciones que no sea hacia adelante, protegiéndonos en nuestra retaguardia o en la parte superior/inferior.
Hay 6 niveles diferentes, cada uno con su tipo de enemigos y una estética particular, dependiendo del lugar del planeta donde nos encontremos. Como es habitual en este tipo de juegos, al final de cada pantalla hay un enfrentamiento con un final boss, de proporciones pantagruélicas y difíciles de batir.
Respecto a la interfaz, también es bastante clásica. En la parte inferior encontraremos nuestra puntuación, para picarnos por el hi-score, así como nuestra vida (shield o escudo) y el estado de nuestros láseres y cañones.
Me parece tremendamente divertido. En su momento lo jugué en su versión para MS-DOS, pero la versión para Amiga luce espectacular. Eso sí, no es un juego para echar una partida relajadamente, ya que requiere de toda nuestra atención para esquivar a los enemigos (y sus proyectiles), mientras disparamos sin descanso para destruirlos.