Los malabaristas del baloncesto
En la retro review dominical de hoy volvemos a un juego deportivo para hablar, ni nada más ni nada menos que de los Harlem Globetrotters y el juego de nombre análogo que apareció en el año 90 para PC y NES. Fue desarrollado por una pequeña compañía llamada Softie Inc, quienes se habían especializado en adaptar populares concursos televisivos como Wheel of Fortune, Double Dare o Win, Lose or Draw. Para la distribución se recurrió a una compañía importante en aquél entonces como GameTek.
Desconozco como de populares son hoy en día los Globetrotters, pero en los 80 y 90 eran muy conocidos, tanto como para sacar un videojuego sobre ellos. Aunque se fundaron en el 1926, no fue hasta 1929 cuando tomaron su nombre actual. Eran tan difíciles de ganar que, poco a poco, empezaron a encontrarse sin rivales y pensaron en la posibilidad de mezclar baloncesto y entretenimiento, convirtiéndose algo así como en un equipo de exhibición, ya que no participa en ninguna de las ligas oficiales, como podría ser la NBA. Sin embargo, como su nombre indica, se dedican a recorrer los países y deleitar al público con su baloncesto-espectáculo, con sus malabarismos y comicidad, habiendo disputado más de 26.000 partidos en 124 países, bien contra equipos locales o bien contra su equipo "sparring", los Washington Generals, quienes también aparecen en el juego.
El jugador podrá escoger en la pantalla de inicio si quiere jugar con los Harlem Globetrotters o con los Washington Generals, pero, como era de esperar, si escoge a los primeros tendrá acceso a una amplia variedad de maniobras y piruetas como mates especiales, increíbles pases, etc. Como comentábamos antes, los Globetrotters mezclan baloncesto, espectáculo y comicidad, por lo que podemos hacer que el público se ría a carcajadas bajándole los pantalones al árbitro o haciéndolo tropezar con una zancadilla.
Las reglas del baloncesto del juego están un poco adaptadas, como el tiempo de posesión, que es de 45 segundos. Por lo demás, contamos con tiros de 2, triples, tapones, faltas personales... Un importante inciso sobre las faltas personales es que la vista cambiará a una en tercera persona, en lugar de la vista lateral. Mención aparte merecen también los mates, que se pueden realizar saltando prácticamente desde el borde del área.
Los cuartos del partido podremos configurarlos para que duren desde 1 minuto hasta 12, teniendo un resumen de las estadísticas del partido a final de cada cuarto. Para destacar al jugador que tiene la pelota, se le cambia el color del dorsal a verde o amarillo, dependiendo del equipo.
Aunque es un juego de baloncesto sencillito si lo comparamos con otros de la época, tiene la virtud de que es muy dinámico, la transición ataque-defensa no da tregua y resulta entretenido. Otra cosa desfavorable, aunque sucedía en muchos otros juegos de baloncesto de la época, es que no había ningún tipo de torneo o liga para disputar contra más equipos, solo hay los dos ya mencionados.
Un curioso juego para una no menos curiosa franquicia baloncestística.