Secuestro en Hollywood
Hoy, no sé muy bien porqué motivo, me he acordado de una aventura gráfica que si bien no pertenece a la realeza de las mismas, tenía su punto cuando la jugué: Les Manley in: Lost in L.A. Para empezar, habría que comentar dos detalles: el primero, está desarrollada por Accolade, una compañía más especializada en otras lides, como los juegos de carreras y los deportivos; el segundo, es una secuela de Les Manley in: Search for the King, siendo la grandísima diferencia en que la primera fue una aventura conversacional, mientras que la segunda ya era una moderna point & click. De hecho, el sistema point & click utilizado sirvió para otros desarrollos de la compañía como Altered Destiny.
Sea como fuere, nos volvemos a poner en la piel de Les Manley. Si en la primera entrega buscábamos sin descanso al mejor imitador del Rey del Rock, Elvis, en esta ocasión viajaremos hasta Los Ángeles para buscar al mejor amigo de Les, Helmut The Human Bean quien, junto a su novia, LaFonda Turner, han sido secuestrados. Sin embargo, no son las únicas celebridades que han desaparecido, sin que se sepa cuál es el motivo de dichas desapariciones, puesto que no existe ni tan siquiera una nota de rescate.
El sistema point & click de esta aventura se basa en mostrar un interrogante con los elementos (o personajes) accionables de la pantalla donde nos encontremos, mostrándonos un menú contextual con las posibles acciones. Por supuesto, también tendremos el inevitable inventario con los objetos recogidos y un mapa para movernos por los alrededores de Hollywood. Una de las cosas que sí recuerdo que entorpecían mucho el juego es que tiene demasiados diálogos, aunque a veces este "aburrido trance" era suplido con mucho humor en algunos de ellos, incluso con una cierta ruptura de la ¿cuarta pared?, puesto que hace referencia a cosas de la realidad pero que no deberían existir en el contexto del juego, como hablar de las archiconocidas Norton Utilities o del sistema de protección de tres discos rotatorios que incluía el juego.
Otro punto a destacar es la elección artística. La mayoría de pantallas es puro pixel-art, pero en algunas secuencias de corte o cuando mantenemos una conversación con algunos personajes, cambia a gráficos cinemáticos (todo lo cinemáticos que podían ser en la época) con actores reales.
Por sacar algunas conclusiones del juego, creo que está claro que pertenecía a la segunda fila de aventuras, sin decir esto de forma despectiva (puesto que la primera fila eran auténticos juegazos). De hecho, esta segunda fila contaba con interesantísimos títulos. En este caso, hay algo que jugaba a su favor: era bastante lineal, por lo que era difícil perderse dando vueltas intentando descubrir como avanzar, y resolver las situaciones es relativamente sencillo, por lo que puede ser una gran recomendación para aventureros iniciados. También tenía algún momento un poco "picante" que le añadía algo de gracia al asunto.