Una historia de agentes secretos en formato run and gun
El protagonista de hoy no es otro que Rolling Thunder, uno de esos arcade que pusieron algunos de los los cimientos del género run and gun e influenciaron a juegos posteriores como el magnífico Shinobi. Es un juego que llama la atención por su temática de agentes secretos y una excelente puesta en escena.
Rolling Thunder fue desarrollado por Namco, y publicado para Arcade a finales de 1986 en Japón, y a principios de 1987 en occidente. En Japón y Europa lo distribuyó la propia Namco, pero en Norte América fue distribuido por Atari. El juego fue todo un éxito, y se versionó a multitud de plataformas domésticas de la época, unas más acertadas que otras: C64, Amiga, NES, Amstrad CPC, Atari ST y ZX Spectrum. A lo largo de los años ha sido relanzado en diferentes recopilatorios como Namco Museum y en formato digital para algunas plataformas. El título cuenta con dos secuelas, la segunda parte fue publicada para Arcade y Mega Drive para Japón y Norte América, y la tercera fue exclusiva de Mega Drive y curiosamente solo salió en Norte América.
El argumento del juego es sencillo y directo, además de ser el gran tópico de los juegos de esta época. Controlamos al agente secreto Albatross, miembro de la unidad de espionaje Rolling Thunder de la WCPO (World Crime Pollice Organization). La misión de Albatross es rescatar a la agente Leila Blitz, que ha sido secuestrada y está siendo torturada por una secta de Nueva York conocida por el nombre de Geldra.
Como buen run and gun, nuestro objetivo es disparar a todo enemigo que se mueva por la pantalla antes de que acaben con nosotros. Albatross solamente puede disparar en sentido horizontal, tanto estando de pie como agachado, pero no mientras salta. Una de las novedades que introdujo este juego fue su sistema de cobertura, ya sea entrando en puertas en las estaremos a salvo de ataques enemigos o usando objetos como cajas para cubrirnos de los proyectiles enemigos. Aunque nos moveremos mayoritariamente en sentido horizontal, también podemos saltar para cambiar de altura subiendo a plataformas elevadas, cambiar entre primer y segundo plano usando algunas puertas y por último subir y bajar escaleras en algunos niveles que tienen componente vertical.
La munición de la que disponemos es limitada, así que hay que administrarla bien si no nos queremos quedar sin ella. En el caso de que lleguemos a cero, solo podremos disparar una bala a la vez, la cual se moverá más lentamente que las balas normales. Podemos recuperar balas entrando en algunas puertas marcadas con la palabra "Bullets". También podemos encontrar una poderosa metralleta en las puertas con la palabra "Arms". No existen más objetos de bonus en el juego, pero sí que recibiremos vidas extra al llegar a ciertas cantidades de puntos.
Lo que si que no falta son enemigos a los que disparar, los cuales saldrán a nuestro encuentro por todos lados para darnos caza. Los enemigos más comunes son unos esbirros encapuchados que irán tanto desarmados y atacarán con sus puños, como armados con pistolas o granadas. Según el tipo de esbirro morirá al primer o al segundo disparo. A partir del segundo nivel los enemigos empiezan a variar más, y encontraremos enemigos muy curiosos, como ninjas (no podían faltar), hombres bestia, panteras, murciélagos mutantes y seres de fuego. Curiosamente solo nos enfrentamos a un jefe en todo el juego, el cual lo encontraremos en el último nivel, obviamente.
El juego está formado por cinco niveles, pero hace falta un par de rondas (llamadas Stories) para completarlo completamente, lo que hace un total de diez niveles. Empezamos la partida en un edificio, y nuestra aventura sigue por unos almacenes, una serie de mazmorras y finalmente la base secreta de Geldra. Al finalizar la primera ronda, el líder la organización se reirá de nosotros y volveremos al primer nivel para empezar la segunda ronda. Los niveles de esta ronda son los mismos, pero con modificaciones que los hacen más complicados, como trampas y enemigos más difíciles.
La calidad gráfica del juego es más que notable. Los escenarios están plagados de detalles como puertas y varios tipos de obstáculos. Además, el hecho de poder cambiar de nivel de profundidad impresiona bastante para su época. En cuanto a los personajes, también están muy bien dibujados y animados, y todo fluye sin problemas por muchos enemigos que haya en pantalla. Además, al finalizar cada nivel podemos ver elaboradas escenas que muestran a la pobre agente siendo cruelmente torturada. La música no es muy variada, pero es bastante carismática, acompaña bien al juego y no se hace excesivamente repetitiva.
Por último, hablemos de la dificultad, la cual es realmente elevada. No solo nos tenemos que enfrentar a decenas de enemigos con una simple pistola, sino que tenemos un tiempo muy limitado para completar cada nivel, y como no vayamos por faena perderemos vidas por este motivo. Además, aunque el personaje tiene barra de vida, esta sirve de bien poco, ya que como mucho aguanta dos impactos, y la mayoría de ataques nos matarán al primer golpe. Por si esto fuera poco, al morir aparecemos en el último checkpoint del juego y no en el mismo sitio en el que perdemos la vida, así que en este juego no vale con poner créditos y avanzar para completarlo, hay que esmerarse, y mucho. De todas formas, el juego tiene una característica que es bastante singular, y es que permite seleccionar en que nivel de la primera ronda queremos empezar, pudiendo empezar por el último nivel de la ronda si así lo deseamos.
Rolling Thunder es un gran clásico de la época arcade, con una jugabilidad rápida y directa, pero con una dificultad que no es apta para todos los jugadores. Si queréis sentiros como un auténtico agente secreto, no dudéis en echar un rato a este estupendo shooter.