El Dr. Jones se lía a latigazos
Hace ya muchos años os hablábamos de Indiana Jones y la última cruzada, una de las aventuras gráficas más conocidas que dio LucasFilm, basado en la película del mismo nombre y que, en su momento, cerró la trilogía clásica del Dr. Jones en el cine. Por si fuera poco, todos conocemos la secuela que vino después, Indiana Jones and The Fate of Atlantis que, sin duda alguna, estaría entre las aventuras gráficas más reconocidas de todos los tiempos. Imprescindible en un top 10.
Volviendo a La Última Cruzada, hoy no os vamos a hablar otra vez de la aventura gráfica (aunque daría para más de una retro review!), si no el juego de acción que salió más o menos a la par, aunque fue menos conocido que la aventura gráfica y tuvo más recorrido en las plataformas consoleras que en las de ordenador, aunque salió para ambos sectores, para un sinfín de plataformas.
Respecto al desarrollo, evidentemente fue supervisado por LucasFilm, con la ayuda en la distribución de la por aquél entonces poderosa U.S. Gold, pero el desarrollo recayó sobre Tiertex, un estudio británico que se ganó una gran reputación entre las grandes compañías cuando necesitaban apoyo para algunos juegos, especialmente para hacer ports para algunas plataformas concretas.
En cierta manera, el juego sigue la linea tanto de la aventura gráfica como de la película. Indiana Jones debe encontrar el Santo Grial, el mítico cáliz del que Jesucristo bebió en La Última Cena. Pero antes, deberá hacerse con "La Cruz de Coronado", un escudo y un diario.
El juego es un plataformas bastante clásico, donde tiene especial importancia los saltos y agarrarnos a cuerdas u otros salientes como escaleras para ascender y descender a través del mapeado. Por supuesto, también habrá enemigos de lo más variados, desde lanzadores de cuchillos, pasando por saqueadores, nazis o enormes ratas. A muchos de ellos los podremos abatir a golpe de látigo, pero ojo, tenemos latigazos limitados! En el escenario, podremos encontrar ítems para recargar el látigo o la barra de vida, que decrecerá cada vez que seamos golpeados o si caemos desde una altura considerable. Pero como todo juego plataformero que se precie, los enemigos no son la única amenaza, también tendremos que tener cuidado con bolas de fuego que caerán del techo, sierras en el suelo....
El diseño de los escenarios es bastante variado, desde una especie de cuevas/catacumbas, pasando por el tejado de un tren, una fortaleza.... Bastante completo, teniendo en cuenta la época en la que salió.
Al estar presente en tantas plataformas, como suele ser habitual, el resultado fue dispar. Pero en líneas generales, el juego era bastante bueno, aunque quizá vivió eclipsado por el éxito de su homóloga aventurera, un género que en el año 89 gozaba de una formidable salud y que daría en años venideros algunos de los juegos más icónicos de la Historia de los videojuegos.