La empresa ecologista de Adam Greene vuelve a la carga
Hace la friolera de casi 9 años, os escribíamos en esta humilde página sobre una aventura de Sierra de corte marcadamente ecologista, titulada EcoQuest: Search for Cetus. Después de este largo periodo, iba siendo hora de hablar de la secuela que salió apenas dos años después, EcoQuest 2: Lost Secret of the Rainforest, desarrollado por la misma Sierra, que aún vivía su época de esplendor.
La segunda entrega sigue la estela de la primera, con pocos cambios sustanciales, excepto el "ECorder" del que hablaremos más adelante, pero no por ello hacen de la aventura gráfica algo menos disfrutable. Al igual que en la primera entrega, controlaremos a Adam Greene, este niño con altos valores morales que tiene en la ecología y en la conservación del planeta su cruzada particular. Junto a su padre, viajan a Iquitos (Sudamérica) para un encuentro con la Ecology Emergency Network. Ambos planean una expedición por el río Amazonas, cuyo objetivo es encontrarse con una tribu nativa conocidos como los "Grove People" (gente de la arboleda). Sin embargo, algo sale mal y se separa de su padre, iniciando una aventura que lo llevará por la jungla amazónica, descubriendo los secretos mejor guardados de la zona y haciendo todo lo posible para ayudar a la tribu.
La jugabilidad es point & click clasiquísima. En lugar de tener la barra inferior con las acciones, como sucedía en las primeras aventuras point & click, las acciones están en el propio cursor, y las podremos ir rotando con el ratón (mirar, caminar, hablar, reciclar...). Por supuesto, tendremos el imprescindible inventario con los objetos que vayamos recogiendo, para utilizarlos en los lugares o personas adecuados).
Como era muy habitual en las aventuras de Sierra, el juego incorporaba un marcador de puntos que se iba actualizando a medida que íbamos realizando acciones correctas. Para finalizar la aventura no era necesario llegar, en este caso, a los 1000 puntos totales. Era una forma de intentar alargar la rejugabilidad, si no llegabas al máximo podías intentar rejugarlo para conseguirlo. En el caso de Lost Secret of the Rainforest, muchos de estos puntos no obligatorios obedecen a las acciones de reciclaje o limpieza que podemos hacer con Adam.
También hay otros puntos que podemos ganar utilizando el "ECorder", un dispositivo móvil que nos permite registrar mucha información acerca de la flora y la fauna, pero también de los lugares que visitamos o de las amenazas ecológicas que nos vamos encontrando.
Este punto es muy importante. La saga EcoQuest era fundamentalmente una saga educativa, por lo que en el "ECorder" guardamos toda esa información que sirve para aprender y educar a los jóvenes jugadores. Por otra parte y por este mismo motivo el juego carece de uno de los sellos de la marca Sierra: el jugador no puede morir. ¡No era cuestión de traumatizar a los pequeños jugadores!
Como no podía ser de otra manera, el juego está hecho con muy buen gusto, los gráficos pixelados son muy bonitos y variados, hay muchas localizaciones diferentes... en definitiva, es Sierra haciendo lo que mejor sabía hacer, aventuras gráficas.
En mi opinión, es una aventura gráfica muy disfrutable incluso para los aventureros más experimentados, quienes quieran relajarse un poco de las aventuras más difíciles y acompañar a Adam en su propósito de hacer un mundo un poquito mejor.