Una combinación magistral de plataformas y puzzles
Game Boy tuvo una vida realmente longeva, estando activa desde 1990 hasta 2003. Tal fue su éxito que se ha convertido en uno de los iconos de la época de los 90 y es recordada con muchísimo cariño por todos aquellos que pudimos disfrutar de ella. Por supuesto, una gran consola siempre va acompañada de grandes juegos, y hoy vamos a hablar de uno de ellos: Donkey Kong.
Donkey Kong salió en exclusiva para Game Boy en el año 1994, siendo tanto desarrollado como distribuido por Nintendo. Al llamarse simplemente Donkey Kong, puede llevar a engaño y pensar que es una simple versión del arcade que triunfó en los años 80, pero el juego es muchísimo más que eso, dando una vuelta de tuerca muy interesante a la idea original. El juego fue muy bien recibido tanto por jugadores como por la prensa, alabando su divertida jugabilidad y su larga duración. Fue el primer juego que ofrecía mejoras gráficas al jugarse desde el adaptador Super Game Boy para SNES. En SNES se mostraba con varios colores, y el marco del juego era una versión del mueble del arcade original. En 2004 se publicó Mario vs. Donkey Kong, su secuela, el cual tenía una jugabilidad muy parecida.
El planteamiento de esta versión es el mismo que podemos ver en la versión original. El gorila Donkey Kong ha secuestrado a Pauline, y Mario deberá perseguir al malvado gorila por las diferentes fases para vencerlo y así poder rescatar a la dama en apuros.
Nintendo supo jugar muy bien sus cartas con este juego, y al principio "engaña" al jugador con una versión casi calcada al juego original, con los cuatro primeros niveles adaptados a la portátil, incluso mostrando entre pantallas la "torre de Donkey Kong" que también podíamos ver en el arcade. Pero cuando pasamos el cuarto nivel y Donkey cae al vacío, esta vez no queda fuera de combate, sino que se levanta de nuevo y vuelve a raptar a Pauline. Es a partir de este nivel cuando empezamos a ver todo lo que ofrece este juego portátil, una mezcla entre plataformas y puzzles con la respetable cifra de 101 niveles distribuidos en 9 mundos.
La jugabilidad se basa en el juego original y tiene puntos comunes, pero rápidamente podemos comprobar que este juego es mucho más que una simple versión. Mario puede moverse y saltar como movimientos básicos, pero también puede hacer el pino (pulsando abajo + salto) para después dar un salto con más altura, o dar un gran salto mortal hacia atrás si cambia de dirección y salta a la vez (un movimiento que hemos podido ver en juegos posteriores como Mario 64). Además tiene un gran número de acciones que iremos descubriendo en los diferentes niveles. Por ejemplo, hay enemigos que puede coger como en Super Mario Bros 2, mover palancas para desplegar un puente o cambiar la dirección de unas plataformas móviles, también puede nadar, o incluso trepar por lianas de la misma forma que lo hacía Donkey Kong Jr. en su juego. Tal y como pasaba en el juego original, hay que tener cuidado con las alturas, ya que si caemos desde un lugar alto perderemos una vida.
El objetivo de la mayoría de niveles es coger una llave para abrir la puerta que nos conducirá al siguiente nivel. Los niveles están pensados para no solamente poner a prueba nuestra habilidad a los mandos, sino también nuestro ingenio, ya que en la mayoría tendremos que resolver un pequeño puzzle para poder llegar a la llave y más tarde como llevar esta llave a la puerta. Con esta llave hay que tener cuidado, ya que si la soltamos, en un segundos volverá a su posición original. Cada cuatro niveles toca un enfrentamiento contra Donkey Kong, los cuales son muy variados y divertidos. En algunos de ellos tenemos que llegar a Pauline mientras esquivamos los ataques de Donkey. En otros, en cambio, tenemos que coger los barriles que nos lanza y atacarle varias veces con ellos. Cada vez que vencemos al gorila, el juego nos muestra una simpática cinemática que sirve para enseñarnos que novedad nos espera en los próximos niveles, como un objeto o trampa nueva.
Durante los niveles encontramos diferentes objetos que podemos recoger. Por supuesto, podemos coger el famoso martillo que nos permite destruir enemigos y obstáculos durante unos segundos. Mientras usamos el martillo, no podemos saltar, pero sí que podemos lanzarlo por los aires para poder cambiar de nivel ya sea saltando o usando una escalera y cogerlo antes de que caiga al suelo. En cada pantalla también encontramos tres objetos especiales que desbloquearán una pantalla de bonus si conseguimos recoger los tres. En estas pantallas podemos conseguir vidas extra. Por último, en algunos niveles podemos recoger un corazón que nos otorgará una vida extra.
Tampoco faltan los enemigos y las trampas en este juego, cuyo objetivo es ponernos las cosas bien difíciles. Mario perderá una vida al primer toque, aunque puede resistir un golpe si lleva un objeto o enemigo en brazos. La mayoría de enemigos tienen su ruta establecida, algunos simplemente se moverán y otros también nos atacarán al acercarnos. Como ya he comentado, podemos coger a algunos de ellos si nos subimos encima y luego lanzarlos, pero otros nos dañarán también al saltar encima. Los enemigos no siempre son perjudiciales, ya que en algunos niveles podemos sacar ventaja de ellos, como por ejemplo subiéndonos encima para poder llegar a un lugar elevado, o colgarnos de las colas de unos simpáticos monos para poder cruzar un barranco. En algunos niveles Donkey Kong Junior hace una aparición estelar para ayudar a su padre (y fastidiarnos a nosotros).
En cuanto a dificultad, nos encontramos ante un título bastante moderado. El juego nos reta con algunos momentos difíciles, pero permite guardar cada cuatro niveles, después de cada enfrentamiento con Donkey, y es muy generoso con las vidas extra. Muchos niveles los podemos superar a la primera, y otros después de unos cuantos intentos. A medida que avanzamos se va complicando con niveles más largos, más complejos y con enemigos más rápidos, pero no se hace frustrante en ningún momento. Además, el control de Mario funciona a las mil maravillas, lo cual hace que sea muy fácil moverse por los escenarios.
Gráficamente es un juego muy bonito. Los diseños de los personajes están muy conseguidos y los escenarios son muy variados, visitando sitios tan pintorescos como una ciudad, un bosque y un desierto, cada uno con sus propios fondos y características. En cuanto a la música, es bastante variada y acompaña muy bien a las diferentes temáticas de los niveles. Además, no faltan melodías del arcade clásico como la música cuando usamos el martillo o cuando vencemos a Donkey.
Donkey Kong para Game Boy es una adaptación perfecta del arcade de los 80. No solo toma las bases del juego original, sino que las mejora y amplia en un juego con mucha personalidad y que explota las posibilidades de la portátil. Su gran jugabilidad hace que se pueda disfrutar igual que lo pudimos hacer en su época. Un clásico intemporal que ya es historia de los videojuegos.