El furor del dragón
En el año 1989, The Software Toolworks Inc. lanzaba al mercado un videojuego basado en Bruce Lee, el mítico maestro de las artes marciales que consiguió en la gran pantalla cotas de popularidad jamás vistas en un representante de estas disciplinas marciales.
La compañía ya había empezado a ganar popularidad gracias a su franquicia más conocida, Life & Death, y por participar en algunos ports para otros juegos, como la adaptación de la película La Caza del Octubre Rojo.
El argumento del juego es bastante simple: como os podíais imaginar, el jugador se pone en la piel de Bruce Lee, quien deberá entrenarse para lograr combatir y vencer al Maestro Po y a todos sus secuaces y así salvar a la ciudad.
La primera pantalla no es otra que la de entrenamiento. Iremos al tatami para aprender y dominar todos los movimientos de ataque/defensa de Bruce Lee, tanto de puñetazos como de patadas.
Una vez que consideremos que estamos preparados para la acción, podemos participar en las rondas eliminatorias del torneo. El primer combate es contra un estudiante y es bastante fácil, para que vayamos cogiendo confianza y destreza, pero poco a poco la cosa se irá complicando.
También, hay una parte de misiones que podemos hacer. En la primera, titulada "La Trampa", recibiremos una llamada del Maestro Po en la que nos advierte que hay varios secuaces suyos en la puerta y que no nos será tan fácil vencerlos. Si fracasamos, aparecerá la noticia en el periódico conforme Bruce Lee ha sido asesinado en su propio apartamento. No perdáis detalle de las otras noticias que aparecen en el periódico, no tienen desperdicio alguno, incluso diría que hoy en día serían hasta políticamente incorrectas.
El objetivo final del juego es el que explicábamos al principio, ir superando todas las rondas del torneo y todas las misiones hasta vencer a la organización del Maestro Po. No he podido comprobar hasta que punto es cierto lo que decían o hasta que punto fue algo de marketing, pero los creadores del juego afirmaban que habían introducido una pequeña IA que aprendía nuestros patrones de lucha, para que nuestros contrincantes nos lo pusieran más difícil, cambiando sus rutinas, y no ganásemos siempre con el mismo patrón. Cuanto menos, interesante!
En mi opinión, es un juego bastante entretenido, pero como solía pasar en aquel entonces, una vez que conseguíamos acabarlo, resultaba poco rejugable.