Recordando
Retro Review de Kid Dracula (Famicom)

Un Castlevania diferente

Un año más estamos en época de Halloween, la fiesta más terrorífica del año (o quizás no...). Por ello, hoy vamos a recordar un juego que toma como base el género de terror pero que también lo pueden disfrutar los más pequeños de la casa gracias a su estilo desenfadado. Este título no es otro que Kid Dracula, también conocido como Akumajō Special: Boku Dracula-kun.

No sabemos el porqué, pero Kid Dracula solo vio la luz en Japón, así que el resto de territorios no pudimos disfrutar de este interesante juego en su momento. Se estrenó el 19 de Octubre de 1990 en exclusiva para el sistema Famicom (la NES japonesa), siendo tanto desarrollado como publicado por Konami. Se considera una parodia de Castlevania, ya que aunque la jugabilidad es muy diferente, se basa en un universo donde tienen cabida todo tipo de monstruos, y vemos algunos elementos en común como el castillo de Drácula con su icónica torre del reloj llena de engranajes.  En 2006 salió una versión para móviles también en exclusiva para Japón. El juego finalmente llegó al resto de territorios en 2019, formando parte de la compilación de juegos Castlevania Anniversay Collection, publicada para PlayStation 4, Xbox One, Switch y Windows. Para Game Boy también se publicó en el año 1993 un juego de Kid Dracula, el cual si que llegó a todos los territorios y es un remake y secuela del Kid Dracula original.

El protagonista de esta historia es un simpático y joven Drácula de pelo blanco, el cual es el autoproclamado rey de los demonios. El demonio Galamoth le arrebata el trono, así que Drácula no tiene otra opción que enfrentarse al ejército de Galamoth para vencerle y así recuperar su estatus social.

Kid Dracula es un plataformas en dos dimensiones puro y duro. El pequeño Drácula puede correr, saltar y lanzar bolas de fuego en varias direcciones para atacar a los enemigos. Una característica interesante es que va aprendiendo algunos poderes a lo largo de la aventura, los cuales se pueden ejecutar manteniendo el botón de ataque pulsado. Entre estos poderes hay algunos tan interesantes como un ataque teledirigido, poder colgarse y caminar del techo como un verdadero vampiro y transformarse en murciélago para poder volar.

Por los escenarios encontramos diferentes objetos que podemos recoger para nuestro beneficio. Los contenedores de corazón aumentan en un punto nuestra vida hasta que alcanzamos el máximo de cinco puntos. Los corazones normales nos recuperan un punto, y los brillantes toda la vida. Por último, al derrotar enemigos con un ataque especial pueden soltar monedas que podemos utilizar en los diferentes minijuegos de azar que hay entre niveles, en los cuales podemos conseguir jugosas cantidades de vidas extra. 

El juego está formado por nueve niveles diferentes. Son realmente variados y cada uno tiene sus peculiaridades. Empezamos en el castillo del propio Drácula, y visitamos otros tan variopintos como un paraje nevado, una ciudad o una pirámide. Cada escenario tiene sus propios monstruos, adecuados a la temática del nivel. Por ejemplo, en el castillo de Drácula nos enfrentamos a armaduras, zombies y monstruos de Frankenstein, pero en la ciudad nos enfrentamos a extraterrestres. Al final de cada nivel nos toca enfrentarnos a su jefe, los cuales son muy carismáticos. En la mayoría tenemos que hacer uso de nuestra habilidad para vencerlos, pero el jefe de la ciudad es una estatua de la libertad que nos hará ganar un concurso de preguntas y respuestas para poder superar el nivel.

Gráficamente es un juego realmente llamativo. Para empezar, el diseño de Kid Dracula es una delicia, con unas animaciones y expresiones faciales muy conseguidas. En la interfaz de usuario podemos ver su cara, y vemos como reacciona a diferentes situaciones, como cuando carga la habilidad especial o se duerme mientras el juego está en pausa. Tanto los enemigos como los escenarios también están muy bien representados, dando como resultado un juego muy detallado y colorido. Un punto negativo es que en ocasiones sufre ralentizaciones, afectando bastante a la jugabilidad. A nivel sonoro también tiene una buena calidad, con piezas musicales animadas y pegadizas.

La dificultad del juego va fluctuando a lo largo de la partida. Por norma general tiene una dificultad moderada, incluso los jefes finales son fáciles de abatir una vez sabemos su patrón de movimiento. No obstante, hay algunas partes de plataformas que nos pueden llegar a desesperar, ya que requieren una precisión muy elevada y en el momento que fallemos caeremos al vacío o tocaremos unos pinchos y perderemos una vida. A esto se suma que al recibir daño el protagonista retrocede hacia atrás, momento en el que perdemos el control y si estamos en una zona delicada caeremos irremediablemente al vacío. Al perder una vida empezaremos desde el último punto de control. Por suerte, el juego es bastante generoso con las vidas extra (si tenemos suerte en los minijuegos). Además, si nos quedamos sin vidas podemos continuar infinitas veces y empezar desde el principio del nivel en el que nos encontremos. Por último, también hay sistema de passwords para poder empezar desde un nivel concreto.

Kid Dracula es un juego muy especial. Quizás no es el mejor Castlevania ni el mejor plataformas, pero nos muestra un universo de terror de una forma muy simpática y original, además con una jugabilidad que pese a no ser perfecta, es muy agradable y entretenida. Un clásico a tener en cuenta para los amantes de las plataformas.