Recordando
Retro Review de Le Fetiche Maya

En busca del tesoro maya

En la retro review de hoy vamos a hablar de Le Fetiche Maya, un juego que recuerdo mucho de pequeño pero del que no tengo muy buen recuerdo, no porque no me atrajese o no me gustase, si no porque la mecánica no era tan sencilla como en otras aventuras a las que estaba más acostumbrado, como las point & click, siendo mucho más amigable para un tierno jugador como lo era en aquél momento. Siempre tuve una extraña sensación: estaba ante un juego que desperaba mucho mi interés, pero no estaba lo suficientemente preparado para avanzar adecuadamente.

Para entender un poco más esta aventura, hay que decir que fue desarrollada por la soberbia compañía francesa Silmarils, quienes en sus inicios se especializaron en mezclar la aventura con la acción. Buena muestra son el juego que nos ocupa, Colorado o Targhan. Incluso tiene puntos de simulación, puesto que tendremos que dar de comer a nuestro personaje o llevar la gasolina y aceite para nuestro jeep, añadiendo estos puntos de posible derrota en el juego.

El argumento, desde luego, es de los que te mete dentro como te interese un poco el tema: El famoso arqueólogo Edward Halifax, dado por desaparecido tres años atrás, es hallado cadáver en la selva de Yucatán, no muy lejos de Chichen Itzá. Las causas se desconocen, pero lo que sí se sabe es que se encontraba allí realizando una investigación, a partir de un pergamino maya que mencionaba la existencia de un legendario fetiche. Nosotros tomamos el rol de Michael Fairbanks, su discípulo, quien viajará al lugar para proseguir con la investigación.

Empezaremos el juego en la ciudad de Mérida, especialmente importante porque es donde se encuentra la tienda del inicio del juego, donde podremos comprar comida, gasolina para el jeep, cigarros (para sobornar a algunos lugareños), una palanca, una linterna... aunque no es el único lugar donde comprar objetos. Distintos objetos que nos serán útiles a lo largo de la aventura. Pero el dinero es limitado, así que habrá que gastarlo con cabeza, aunque a lo largo de la aventura podremos conseguir objetos valiosos que después vender para poder comprar otras cosas.

Como he comentado antes, es una aventura de acción,  y la acción empieza pronto. Nada más salir de la tienda nos asaltarán, por lo que tendremos que librarnos de nuestro asaltante a base de derechazos o, si somos muy cobardes, podemos huir subiéndonos a nuestro jeep. El juego, cuando no estamos en el jeep, se desarrolla en tercera persona, desplazándonos por el escenario y realizando las acciones disponibles (mirar, coger, usar, botiquín...). Sin embargo, cuando nos subimos al jeep, la perspectiva cambia a semi-primera persona, como si de un juego de conducción se tratase. A medida que avancemos con nuestro jeep, iremos llegando a bifurcaciones y tenemos que coger los caminos correctos para llegar a los siguientes sitios de la aventura, pero ¡cuidado! podemos llegar a caminos cortados que acaban en un barranco, despeñándonos con nuestro jeep barranco abajo.

Nuestra aventura no será para nada plácida, algunos cazatesoros nos perseguirán y nos atacarán, tendremos que enfrentarnos a algunos animales como cobras, a trampas en los templos... Y por supuesto, tendremos que resolver los puzzles que se nos presenten, para conseguir avanzar en nuestro propósito de encontrar tan legendario fetiche.

Visto desde la perspectiva actual, puede parecer algo repetitivo, pero para el año de su lanzamiento, 1990, el juego era realmente espectacular. Y tal y como sucedía con la mayoría de juegos de Silmarils, los gráficos eran soberbios, de un realismo muy avanzado para la época.

Por otra parte, da gusto jugarlo con esta edad, ya que realmente no era tan complicado, pero claro, si lo pones al lado de una point & click... la mecánica de este es más compleja.

Sin duda alguna, una buena aventura a la que merece la pena echarle unas horas!