En el año 1991 se estrenó en cines la película "El Gran Halcón", dirigida por Michael Lehmann y una de las estrellas del cine de acción del momento, Bruce Willis. La película no acabó de funcionar y fue un estrepitoso fracaso en taquilla, recaudando una cuarta parte de lo que costó. Como solía ser habitual en las películas de enorme presupuesto, contaban con una adaptación al mundo del videojuego, que a principios de los 90 ya empujaba con mucha fuerza, aunque aún estaba lejos de convertirse en el fenómeno de masas que es hoy en día.
Sea como fuere, pocos meses después Ocean lanzó al mercado el videojuego, para nada más y nada menos que siete plataformas, aunque para algunos ports contó con la ayuda de terceras empresas, especialmente para aquellas plataformas que ya daban sus últimos coletazos.
Al igual que en la película, nos metemos en la piel de Eddie Hawkins, más conocido como "Hudson Hawk", el ladrón de guante blanco más famoso. Sin embargo, ha tenido que cumplir diez años en prisión por un robo a unas instalaciones gubernamentales que fue mal. Tras salir de la cárcel decide llevar una vida honrada y recta, pero el destino le tiene deparado otros planes.
Años atrás, Leonardo Da Vinci inventó una máquina que convertía el plomo en bronce, que utilizaría en un encargo de una escultura equina. Pero Da Vinci se llevaría la sorpresa de su vida cuando se de cuenta que la máquina no convierte el plomo en bronce... si no en oro! Consciente de los problemas que esto podría acarrear, divide el cristal artífice de esta conversión en tres partes, escondiéndolas en tres de sus obras: el caballo en miniatura llamado Sforza, su álbum de notas llamado Codex y una miniatura de su helicóptero.
Los malvados y ultra-ricos Darwin y Minerva Mayflower han tenido conocimiento del invento y poseen uno de los trozos del cristal. Su objetivo es inundar el mercado con oro e inundar la economía mundial. Para conseguir la última pieza del cristal que les falta necesitan los servicios de Eddie, a quien fuerzan amenazándole con matar a uno de sus mejores amigos.
El juego se desarrolla como un plataformas 2D de scroll lateral clasiquísimo. Nos las tendremos que ver con multitud de enemigos como guardas de seguridad, perros, monjas... Para defendernos, además de podernos agachar para esquivar disparos, dispondremos de infinitas pelotas de béisbol que podremos lanzar a nuestros enemigos o a otros elementos del escenario, como las cámaras de seguridad, para bloquearlas temporalmente. Estas pelotas también nos servirán para activar algunas palancas. El otro ataque del que dispondremos es directamente el puñetazo con el guante de béisbol.
Además, podremos escalar escaleras, utilizar elevadores o apilar cajas para llegar a sitios donde antes no podíamos llegar. También tendremos que estar atentos para recoger las bolsas de dinero para aumentar la puntuación o los corazones para recuperar vida.
En la interfaz tendremos la información necesaria respecto a la puntuación, vida restante, el tiempo disponible para superar la pantalla y el número de vidas restantes.
Después de muchos años lo he rejugado un poco y no lo recordaba tan sencillito. No es un gran juego, y los había a patadas del mismo estilo en aquel momento, pero es simpático y bien merece una partida.