Un sencillo pero adictivo pinball virtual
Es muy curioso como funciona nuestra memoria, grabando ciertos recuerdos a fuego que no olvidaremos nunca, y otros en cambio se acaban olvidando aunque también fueran importantes y significativos. Concretamente con los videojuegos, hay algunos de ellos que los he recordado siempre, y otros, aunque también les dediqué muchas horas y me gustaron, con el paso de los años acaban enterrados entre otros recuerdos. Lo mejor es cuando vuelves a encontrarte con uno de esos juegos por casualidad, y esos recuerdos vuelven a aflorar en tu memoria, invadiéndote de nostalgia. Esto es lo que me ha pasado con el protagonista de hoy, un sencillo Pinball para NES al que le dediqué muchas partidas y he redescubierto estos últimos días con emoción.
Pinball fue desarrollado y distribuido por Nintendo para NES y el arcade Nintendo VS System. En Japón se estrenó en 1984, en Estados Unidos en el 85 y finalmente llegó a Europa en el año 86. Tiene el honor de ser uno de los títulos de lanzamiento de NES en los mercados occidentales. El desarrollo del juego fue llevado a cabo por Satoshi Matsuoka y por Satoru Iwata, mientras ambos eran miembros de la compañía HAL Laboratory. Curiosamente, mientras que Pinball es junto a Rollerball los únicos juegos desarrollados por Matsuoka, ya que estuvo en HAL solo en su época de estudiante, Iwata hizo una gran carrera en HAL y Nintendo, llegando a ser presidente de ambas compañías y cosechando muchos éxitos. El juego ha salido en otras plataformas a lo largo de los años. Lo podemos desbloquear en Animal Crossing de N64 y Game Cube, también fue publicado en el curioso E-Reader de Game Boy Advance, y por último salió en la consola virtual de Wii.
¿Qué podemos esperar de Pinball? Pues una sencilla máquina del millón virtual que nos reta a conseguir la máxima puntuación posible. La máquina está dividida en 2 niveles sin scroll, el inferior y el superior, cada uno equipado con 2 flippers (o paletas) que nos permitirán golpear la bola. Empezamos la partida con la bola en la parte derecha inferior, esperando a ser impulsada por el típico resorte que encontramos en estas máquinas. Nuestra misión es mantener la bola tanto tiempo como sea posible sin que acabe en el fondo de la máquina. En cada una de las 2 partes tenemos diferentes componentes que nos harán ganar puntos, como una máquina tragaperras, unos naipes por los que tenemos que pasar para girarlos y que al girarlos todos nos otorgarán un protector en el hueco inferior central o 3 huevos de pollo que nos habilitarán unos protectores en los laterales si conseguimos eclosionarlos todos a la vez.
Una de las partes más llamativas del juego es cuando conseguimos colar la bola en el agujero que hay a la derecha de la parte inferior del pinball. Esto agujero nos conduce a una pantalla de bonus en la que controlamos a Mario, quien lleva una plataforma sobre la cabeza y de una forma muy parecida a Breakout o Arkanoid, tiene que hacer rebotar la bola para que pase por unos interruptores. Estos interruptores van abriendo poco a poco unas plataformas que hay en la parte superior, en la que está encerrada Pauline (del juego Donkey Kong). Cuando una de las plataformas se abre lo suficiente, Mario debe recoger a Pauline con su plataforma y llevarla a una de las salidas. Si se nos cuela la bola, se acaba la pantalla de bonus y volvemos a la mesa de pinball por la parte superior. En cambio, si cuando liberamos a Pauline cae al vacío, perdemos una vida.
A medida que vamos sumando puntos, el juego nos va otorgando bolas extra para que prolonguemos nuestra partida. Una vez nos quedamos sin bolas, la partida acaba y guarda nuestra puntuación en caso de que sea la máxima. El juego dispone de 2 modos de juego: En el modo A el movimiento de la bola es moderado y se puede controlar bastante bien, pero en el modo B la cosa se pone sería, con una bola rápida, y tendremos que hacer gala de muy buenos reflejos para conseguir una buena puntuación. Por último, también podemos jugar a 2 jugadores y ver quien consigue la máxima puntuación.
Lamentablemente, el juego no tiene mucho más. Solo dispone de una mesa de pinball a la que jugar, así que si buscamos variedad el juego pierde muchos puntos. Esto se solucionaría en juegos más modernos, los cuales ya introducían diferentes máquinas y nuevas mecánicas, como Pinball Quest para NES.
A nivel técnico, aunque es juego muy sencillo cumple perfectamente con su cometido. Lo más destacable es la física de la bola, la cual está muy bien conseguida, y aunque la suerte siempre es un factor en este tipo de juegos, se puede controlar perfectamente con los flippers. Se echa de menos alguna melodía durante la partida, y un poco más de colorido en la pantalla. Hay que tener en cuenta que hablamos de uno de los primeros juegos de la consola, la cual tenía aún mucho que ofrecer, como se puede ver en su extenso catálogo.
Pinball es un juego divertido que simula muy bien un pinball de la época. Es sencillo y le falta algo de variedad, pero teniendo en cuenta que hablamos de un título de 1984, se puede decir que aguanta muy bien el tipo incluso a día de hoy. Si queréis disfrutar de un pedacito de la historia de los videojuegos, no dudéis en probarlo.