Un plataformas diferente
En esta ocasión volvemos de nuevo con un arcade ochentero de la todopoderosa Capcom. Muchos son los juegos que ya hemos analizado de esta compañía, pero aún nos quedan muchas joyas clásicas por revisar, como nuestro protagonista de hoy, Bionic Commando. En esta ocasión, Capcom le dio una vuelta de tuerca al género para ofrecer un plataformas diferente a lo que estábamos acostumbrados.
Bionic Commando llegó a los salones recreativos en 1987. El diseñador del juego fue Tokuro Fujiwara, una de las figuras claves de la compañía, quien ya había trabajado en otros grandes juegos como Ghosts 'n Goblins o Commando. El compositor musical fue Harumi Fujita, otra pieza fundamental de Capcom, que creó las grandes bandas sonoras de juegos como Ghost 'n Goblins y Strider. Como era común en estos casos, el juego tuvo versiones domésticas en diferentes plataformas: PC, Amstrad CPC, Commodore 64, ZX Spectrum, Amiga, y Atari ST. Gran parte de estas versiones fueron creadas por Software Creations. Curiosamente, para C64 hubo dos versiones, la versión europea creada por Software Creations y la versión americana creada por Pacific Dataworks International. En 1988 salió la versión de NES, que basaba su jugabilidad en el arcade, pero era un título completamente diferente, mucho más largo y con una historia más desarrollada. De hecho, en Japón tuvo un nombre completamente diferente: Hitler's Resurrection: Top Secret. En 1992 salió una versión para Game Boy, basada en la versión de NES. En 2008 fue publicado un remake de la versión NES, llamado Bionic Commando Rearmed.
La historia del juego es sencilla y directa, perfecta para ponernos rápidamente en el campo de batalla. Nuestro protagonista es un soldado que debe infiltrarse en la base del ejército enemigo para evitar un lanzamiento de misiles que arrasaría buena parte del planeta. Además, tiene que acabar con los cabecillas del ejército enemigo para así acabar con la guerra de una vez por todas.
En cuanto empezamos la partida nos sorprende el hecho de que nuestro personaje no tiene la habilidad de saltar, algo fundamental en los juegos de plataformas. El salto se sustituye por el brazo biónico del protagonista, el cual se puede extender en diferentes direcciones (horizontal, vertical y diagonal) para agarrar plataformas e ir hacia ellas, o incluso usarlo como punto de anclaje para balancearse. Además, el brazo también sirve para coger objetos a distancia y aturdir a enemigos. El protagonista también va equipado con un arma para poder vencer a los diferentes enemigos del juego.
Mientras recorremos los niveles del juego, veremos que van cayendo cajas y armas en paracaídas que podemos recoger para nuestro beneficio. Para coger estos objetos, primero tenemos que dispararles o darles con el brazo para liberarlos del paracaídas. Las cajas contienen objetos que nos darán puntos. Las diferentes armas aumentarán nuestra potencia de ataque, haciendo que sea más fácil vencer a los enemigos. En el momento que perdemos una vida, volveremos al arma inicial.
El juego está dividido en 5 niveles diferentes, y cada uno tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, empezamos la partida en un bosque que tenemos que atravesar para ir a la base enemiga, y para ello tendremos que ir trepando enormes árboles hasta llegar al final del nivel. El nivel que me resulta más impactante es el tercero, en el cual empezamos en unas unas alcantarillas que atravesamos para infiltrarnos en un complejo en el que hay unos enormes robots en construcción, a los cuales tenemos que esquivar para que no nos aplasten.
Por supuesto, cada uno de estos niveles está repleto de enemigos dispuestos a acabar con nosotros. El soldado raso lo encontraremos en todos los niveles, va armado con un fusil pero es muy débil, y no supone mucho problema acabar con él. Aparte de este enemigo, en cada pantalla encontramos otros tipos de lo más peculiares, como unas ardillas voladoras que van de árbol en árbol en la primera pantalla, o unos seres muy parecidos a los Gremlins que devoran tuberías en la tercera pantalla. Además, encontramos soldados más poderosos, como unos grandullones que pueden escalar gracias a un gancho con el que van equipados o unos soldados que pilotan robots. A partir de la segunda pantalla, nos encontramos con algunos enemigos al final de cada pantalla que tenemos vencer para completarla, aunque son bastante descafeinados como para llamarlos jefes finales. Los más llamativos son dos corpulentos soldados que nos encontramos al final del segundo nivel, que nos lanzan cajas como si fueran Donkey Kong. A partir del tercer nivel, nos tenemos que enfrentar a una serie de tenientes y capitanes, los cuales no tienen ninguna habilidad especial y son bastante fáciles de vencer.
La duración de este juego es realmente corta, incluso para ser un juego arcade. Si vamos a un buen ritmo, podemos completar el juego en unos 15 minutos. Tanto si perdemos una vida, como si tenemos que usar un crédito para continuar, empezamos desde el mismo sitio, así que el juego se puede completar rápidamente si abusamos de continuaciones. Cada vez que continuamos, perdemos nuestra puntuación, así que si queremos conseguir una buena puntuación tenemos que completar el juego con un solo crédito. Conseguir esto es todo un reto, ya que el juego está lleno de situaciones peliagudas, en las que debemos esquivar tanto enemigos como obstáculos que nos harán perder una vida nada más rozarnos. Además, el hecho de no poder saltar es toda una desventaja, ya que el brazo no nos servirá en algunas ocasiones para poder esquivar, y además requiere maestría para controlarlo bien.
A nivel técnico es un título notable. Los escenarios están muy bien detallados, además de tener elementos destruibles que los hacen más dinámicos. El scroll tanto vertical como horizontal está muy bien conseguido, y no afecta a la jugabilidad en ningún momento. Algunos de los personajes tienen un diseño sencillo, como los soldados, pero otros en cambio están muy conseguidos, como los robots o los soldados equipados con lanzallamas, así que en general es un juego con un buen diseño gráfico. La música es muy variada y de una gran calidad. Cada pantalla tiene su pieza musical, las cuales acompañan perfectamente al juego y no cansan en ningún momento.
El juego está orientado a un solo jugador. También ofrece la opción para 2 jugadores, los cuales se tienen que ir alternando para jugar, y gana el que consiga una puntuación más alta.
Bionic Commando es un juego que no tiene la fama de otras grandes sagas de Capcom, pero tiene el suficiente carisma para destacar entre los demás plataformas de la época. Pese a sus defectos, su jugabilidad lo hace un título muy especial a tener en cuenta entre los juegos de la década de los 80.