De rally en el salón recreativo
Hoy volvemos de nuevo a los salones recreativos para hablar de World Rally Championship, un arcade de conducción que tuvo muy buena acogida, convirtiéndose en uno de los juegos para salones recreativos de origen español más exitosos de todos los tiempos.
World Rally Championship fue distribuido en el año 1993 en los salones recreativos. Fue el primer título para arcade desarrollado por Zigurat, uno de los mayores exponentes españoles en el desarrollo de juegos para ordenadores de 8 bits con títulos como Carlos Sainz o El Misterio del Nilo. Cuando el mercado de los 8 bits estaba desapareciendo, cambiaron a desarrollar en exclusiva para la distribuidora Gaelco, especializada en sistemas arcade. Gaelco también tuvo cierta relevancia en el mercado español de distribución de recreativas, publicando títulos de éxito como el que hoy nos ocupa o Radikal Bikers. El éxito de la recreativa hizo que se publicase una segunda parte en 1995, que pese a añadir mejoras como un modo cara a cara para 2 jugadores, no cosechó el éxito de la primera parte.
Como buen arcade de conducción, el mueble de este juego venía equipado con un volante y un pedal de aceleración. Una configuración muy sencilla y directa, perfecta para disfrutar de la conducción frenética de este título.
Una de las cosas que llama la atención de este juego, es que a diferencia de la mayoría de juegos de conducción de la época, que se controlaban desde una vista trasera, este se controla desde una vista aérea. De hecho, el juego recuerda mucho al anteriormente mencionado Carlos Sainz, y no es casualidad. En un principio Carlos Sainz también iba a protagonizar este juego, pero el piloto cambió del equipo de Toyota al de Lancia justo antes del lanzamiento del juego. El coche disponible en el juego es una recreación del Toyota Celica GT-Four, y era absolutamente imposible cambiar este modelo por otro coche con el juego a punto de salir, así que tuvieron que prescindir del famoso piloto.
Al empezar la partida, se nos da la posibilidad de elegir entre 4 rallies diferentes. Cada rally está situado en un país diferente, y tiene una dificultad asignada. Estos rallies son Sanremo (fácil), Monte Carlo (medio), Acrópolis (difícil) y 1000 Lakes (experto). Cada rally está formado por 3 circuitos, así que en total tenemos 12 circuitos diferentes en los que competir. El objetivo es completar el circuito lo más rápido posible, y así quedar primeros en la clasificación. Si tardamos menos de 60 segundos, pasaremos al siguiente circuito, y en caso contrario acabará la partida, que podemos continuar insertando otro crédito y así poder repetir el circuito en el que hemos perdido. Tenemos la posibilidad de jugar a 2 jugadores, pero lamentablemente se juega por turnos.
No es un juego excesivamente difícil, pero si que requerirá mucha pericia de nuestra parte para completar los circuitos más complicados con una buena clasificación. Se agradece que antes de tener que tomar una curva el juego nos indica que forma tiene dicha curva para que preparemos la maniobra. El juego también nos avisa de posibles obstáculos que encontraremos en la carretera. Los circuitos se sitúan en diferentes entornos, cada uno con sus peculiaridades y obstáculos. Por ejemplo, hay circuitos en zonas rurales en los que tendremos que sortear charcos o pasar por estrechos puentes, y otros circuitos en montañas nevadas en los que tendremos que tener cuidado con partes heladas muy bien colocadas antes de tener que coger una curva. Algunos de los circuitos son nocturnos, en los cuales la visibilidad es bastante reducida, pero tengo que decir que el efecto de los faros del coche iluminando el circuito es espectacular.
A nivel visual nos encontramos ante un título muy sólido. El modelo del coche está perfectamente representado, con unas animaciones muy conseguidas, tanto cuando giramos como cuando sufrimos algún accidente. Además, vemos como el coche va dejando las marcas de neumáticos en el asfalto o levanta polvo en la arena al derrapar, lo cual le da un toque de realismo. Los escenarios también son de gran calidad, con muchos detalles como árboles, montañas, túneles e incluso público que nos espera en las curvas para animarnos. En cuanto a la música, solo la escucharemos en los menús de selección. Durante los circuitos nos acompañarán bastantes efectos de sonido, como el rugido del motor, el chirrido de los derrapes o los sonidos de los golpes.
Cerramos el artículo con una curiosidad. La placa de este juego estaba dotada con un sistema anti-piratería que hizo que el juego no pudiera ser emulado correctamente hasta que Javier Valero, cofundador de Gaelco, publicó las claves descifradas en el 2008. Además, Gaelco distribuyó la ROM del juego como freeware desde su página web.
World Rally Championship es un gran juego de conducción arcade que reta al jugador a probar los circuitos una y otra vez para intentar conseguir el mejor tiempo posible. Es un pedacito de la historia de los videojuegos que no podía faltar en esta humilde página.
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