A vueltas con el cyberpunk
Uno de los géneros literarios más reconocidos dentro de la ciencia ficción es el del Cyberpunk, representado también en multitud de ocasiones en el cine con películas tan famosas como Blade Runner. En el año 1984, William Gibson publicó una de las novelas fundamentales del género, junto a otras cómo Los cuentos de Hyperion de J.K. Simmons.
La novela, a pesar de ser bastante difícil de leer en opinión de un servidor, tiene algo que atrae mucho y tiene multitud de ideas que la hacen interesante. El éxito no tardó en llegar y arrasó entre los premios más importantes de la ciencia ficción literaria como el Nebula, el Hugo y el premio Philip K. Dick.
El mundo de los videojuegos no fue ajeno a la popularidad de la novela e Interplay, en sus primeros años de andadura en el mundo de los videojuegos y antes de irrumpir como una gran desarrolladora, decidió comprar los derechos y realizar una aventura gráfica sobre la novela. El argumento del juego difiere del libro (me imagino por la imposibilidad de adaptarlo fielmente en aquel momento):
En un decadente futuro, Case, un cowboy del espacio se encuentra sin un centavo en Chiba City. Deberá intentar por todos medios conseguir acceso a un ordenador con el software adecuado para entrar ilegalmente en diferentes bases de datos de la ciudad y acceder al ciberespacio, aunque te las tendrás que ver con las más poderosas IAs que guardan esta información. Tu objetivo final: descubrir qué ocultan un atajo de malvadas corporaciones.
A pesar de ser una aventura point & click clásica, con las acciones habituales de hablar e interactuar con otros personajes, tiene elementos particulares muy curiosos. Por una parte está el PAX, que es la plataforma donde deberemos sacar información y avanzar en nuestra aventura, pero hay una parte muy importante: el dinero. Este dinero nos servirá para poder comprar implantes para nuestro cerebro y mejorar nuestras habilidades informáticas (dañadas por la micotoxina), pero para conseguir dinero.... muchas veces tendremos que vender partes de nuestro cuerpo, como los órganos.
Cuando estemos preparados, podremos intentar hackear alguna de las bases de datos, enfrentándonos a los ICEs (Intrusion Countermeasures Electronics), algo así como los guardianes de esta información. Es como una especie de minijuego dentro del juego, donde utilizando nuestras habilidades adquiridas y utilizadas a través de los menús contextuales, deberemos derrotar a estos ICEs, que también intentarán vencernos y expulsarnos del ciberespacio.
Si conseguimos acceder, podremos utilizar esta información valiosa para seguir en nuestra aventura.
Lo que puedo decir de Neuromancer es que, al igual que el libro, es bastante complejo. Hay muchísimo texto, muchas amplicaciones de habilidades, implantes, etc, que deberemos utilizar en los momentos oportunos. Me imagino que se le acabará cogiendo el truco y al final no será tan difícil (tampoco podría serlo por la época en el que fue lanzado), pero desde luego la curva de aprendizaje no es tan suave como con otros juegos del género.
Algo que sí podemos valorar totalmente como positivo es la ambientación, el diseño de escenarios es genial y llaman mucho la atención.
La verdad es que el juego es toda una rareza, complejo como el libro, pero tiene algo atrayente que animará a adentrarse en él.