En busca de la nave perdida
Hace mucho que no hablamos en nuestras retro reviews de un juego de Dinamic, probablemente la compañía española que más huella ha dejado en el mundo de los videojuegos. En la retro review dominical de hoy hablaremos de Rescate Atlántida que, aunque no fue uno de los juegos más reconocidos de la compañía, a mí siempre me ha parecido que está bastante bien y que quizá mereció algo más de reconocimiento.
El argumento es el siguiente: la avanzada civilización que vive en el planeta Somerset ha creado una enorme nave espacial, la más grande jamás creada, llamada Atlantis, para enviarla a investigar el planeta Tierra. Tras finalizar su tarea, fue sumergida en lo más profundo del océano. Los D.A.G., una civilización muy belicosa, la ha capturado y su intención es utilizarla para atacar Somerset. Nuestro protagonista es el elegido para volver a tomar la nave.
Como era habitual en los juegos de Dinamic, el juego se dividía en cargas, normalmente con distintas mecánicas de juego que enriquecían la experiencia del jugador, aunque en este caso no es así, y simplemente es para dividir escenarios muy diferenciados.
Primera carga (el océano)
Una nave espacial lanzará el batiscafo en el océano, dónde deberemos empezar a guiarlo teniendo cómo objetivo encontrar la entrada secreta que la nave Atlantis posee. El batiscafo va equipado con un láser que podremos utilizar para destruir algunos de los monstruos abisales de las profundidades marinas. Sin embargo, el batiscafo es incapaz de llegar a algunas grutas, por lo que nuestro personaje va equipado con un avanzado traje de buzo, que nos permitirá desplazarnos a pie.
Por otra parte, en el mapeado (bastante completo, desde las grutas pasando por barcos hundidos) encontraremos objetos que nos serán de utilidad si los usamos en los lugares indicados, como unas barras de oro que tenemos que fundir en un pequeño volcán submarino. También dispondremos de un botiquín para recuperar vida, y de un ordenador que nos servirá para conectarnos al ordenador central del Atlantis.
Además, deberemos de controlar algunos indicadores presentes en la interfaz. En la parte superior tenemos la barra de oxígeno (que puede ser rellenada en ciertos lugares) y la barra de combustible. Si nos quedamos sin la primera, moriremos y si nos quedamos sin la segunda el batiscafo no se moverá y lo tendremos que hacer todo a pie. Por último, evidentemente, tenemos la barra de vida.
Segunda carga (la ciudad en ruinas)
El batiscafo se adentra en la ciudad que ha crecido alrededor de la nave Atlantis. Cómo guardian de la nave está Korx, un poderosísimo mago D.A.G., al que deberemos derrotar encontrando su punto débil, puesto que es invulnerable a las armas de las que dispone nuestro batiscafo. El objetivo es encontrar la nave Atlantis y adentrarnos en ella.
Tercera carga (la nave Atlantis)
El batiscafo aterriza en el interior de Atlantis, donde nos enfrentaremos a la laberíntica nave repleta de elevadores y robots centinela. Básicamente, nuestro objetivo es encontrar el ordenador central y llevar la nave de vuelta al planeta Somerset. En este caso, cómo los pasadizos son muy estrechos, siempre iremos a pie.
Para ir a una u otra carga, el juego dispone del clásico sistema de passwords.
Como punto negativo, he leído que se podía llegar a una situación de partida inacabable si nos dejábamos algún objeto necesario en un nivel posterior, sin tener ningún aviso ni nada de que eso es así, algo que puede resultar molesto.
En mi opinión, el juego es bastante resultón, con una gran jugabilidad y muy entretenido.