Qué buen vasallo sería si tuviese buen señor
Hoy os vamos a hablar de El Cid, un no muy conocido juego de Dro Soft. La compañía se dedicaba principalmente a la distribución de pequeños desarrolladores o de juegos extranjeros pero, de tanto en tanto, desarrollaban alguno propio. No fue de las compañías más potentes en títulos propios, muy lejos de las míticas Dinamic, Opera o Topo, pero su buena red de distribución llamó la atención de Electronic Arts, quien la adquirió en el año 1994 tras crear la filial española, evitando así tener que establecer desde cero la infraestructura para la distribución de sus propios juegos.
El argumento es bastante loco, ya que nada tiene que ver con las guerras de Reconquista: Siglo XI. Rodrigo Díaz de Vivar, "El Cid", debe buscar un pergamino que posee un diabólico conjuro. El pergamino está custodiado por un Demonio menor, debemos hacernos con él antes de que las fuerzas de mal lo utilicen, liberando a las fuerzas del mal.
Es un juego de acción que se desarrolla con una vista isométrica y donde tendremos que ir dando espadazos a diestro y siniestro a musulmanes, ladrones y aventureros. La clave de este juego es dibujarse un buen mapa para evitar perderse, ya que es siempre igual y evitaremos dar vueltas innecesarias.
Hay algo que se hace un poco extraño al principio y es que para matar a los enemigos deberemos darle en la dirección correcta, siempre opuesta a la que el enemigo esté mirando. Cómo es habitual en estos juegos, los enemigos siguen una rutina básica de movimiento y ataque. Por otra parte, hay unos "enemigos" a los que no podremos matar, que son los arqueros, que dispararan flechas transversalmente a la dirección del camino, simplemente lo que tendremos que hacer es pasar entre flecha y flecha.
Hay otros personajes con los que tendremos que interactuar, como el monje y el mago, que nos ayudarán a leer el pergamino que, tal y como dice la profecía, si es leído por dos personas de buenas intenciones, las malvadas y nefastas consecuencias del pergamino se anularán.
Respecto a la interfaz, tendremos un "body count" en la parte derecha para saber cuantos musulmanes / ladrones / aventureros hemos matado (no sirve para nada, solo a modo informativo), mientras que en la parte inferior tenemos la barra de vida (que podemos recargar en las fuentes, aunque se agotan por lo que hay que utilizarlas en los momentos oportunos) y otra barra llamada "brio", que vendría a ser la fuerza y que podremos recargar acercándonos a nuestro amor, Doña Jimena, así cómo una representación de nuestro personaje encarando la dirección en la que estamos caminando, para orientarnos. Por otra parte, hay cuatro escudos que son los cuatro objetos que necesitamos para acabar el juego.
Es un juego sencillito pero que en su fecha de salida, 1987, estaba resultón. Sin embargo, tampoco no contó con una gran aceptación y hoy en día está bastante olvidado.