Duelos entre forajidos en tu Atari 2600
Hoy vamos a remontarnos a los años 70 para hablar de Outlaw, un juego creado por Atari que vio primero la luz en salones recreativos, y luego tuvo una adaptación totalmente libre para la consola doméstica Atari 2600, una de las máquinas de ocio electrónico del momento.
La recreativa Outlaw fue distribuida en versión Arcade en el año 1976. Este título fue de los primeros juegos en mostrar una temática del salvaje oeste. La cabina de la recreativa iba equipada con una pistola de luz en forma de revólver que permitía simular duelos entre pistoleros, en los que el jugador se enfrentaba al pistolero controlado por el ordenador. En 1978 fue publicada la versión para Atari 2600, que poco tenía que ver con la recreativa original más allá de ser un juego de duelos entre pistoleros. Esta versión fue desarrollada por David Crane, uno de los desarrolladores destacados de Atari, que acabó trabajando en Activision y creando Pitfall, uno de los juegos emblemáticos de esta consola. Este análisis se centra en esta última versión, ya que tuve la ocasión de disfrutarla en su momento y la recuerdo con cariño.
Como pasaba en los títulos de aquella temprana época, el juego nos introduce de lleno en la acción, sin una pantalla de título siquiera. El juego está orientado a dos jugadores para que se enfrenten en un duelo, aunque también dispone de un modo para un jugador. Los tres modos de juego son los siguientes:
- Duelo entre forajidos: Modo para dos jugadores. Cada jugador tiene que disparar y acertar al otro jugador. Cada vez que un jugador acierta, suma 1 punto en su contador. Gana el primer jugador que llega a 10 puntos.
- Duelo entre forajidos con munición limitada: Igual que el modo anterior, pero los jugadores tienen un cargador de 6 balas. Cuando ambos jugadores se quedan sin balas en el cargador, entonces ambos cargadores son recargados y puede continuar el duelo en igualdad de condiciones.
- Práctica de tiro: Modo para un jugador. En este modo una diana se va moviendo en vertical por el nivel, y el jugador tiene que acertar 10 veces en el menor tiempo posible.
Todos los modos tienen diferentes pantallas para elegir. Todas ellas tienen obstáculos. Algunos de estos obstáculos son destructibles, como los cactus, que se van deteriorando por los sitios en los que impactan las balas. Otros obstáculos son indestructibles, como los carruajes, los cuales también se pueden mover por el escenario, haciendo la partida más interesante. Además de disparar en horizontal, también se puede disparar en diagonal, y así aprovechar que las balas pueden rebotar en el límite inferior y superior de la pantalla. Un buen dominio de esta técnica nos dará ventaja sobre nuestro rival.
A nivel visual y sonoro, es lo que se puede esperar de uno de los primeros juegos de Atari 2600: Gráficos extremadamente simples y sonidos casi inexistentes. En su favor hay que decir que todo se reconoce perfectamente (de hecho tienen bastante encanto), y el juego se mueve y se controla bien en todo momento.
Poco más se puede decir de Outlaw. El juego ha quedado completamente desfasado, pero puede ser perfectamente disfrutado mientras nos batimos en duelo con algún amigo y así recordar viejos tiempos. Un pedacito de historia de los videojuegos que merecía ser recordada por esta humilde página.