Recordando
Retro Review de Zona 0

El mundo de TRON

Corría ya el año 1991 y la situación de la otrora saludable situación de las compañías españolas se tornaba en trágica, viendo cómo, poco a poco, algunas se iban quedando en la estacada, incapaces de dar el paso hacia los 16 bits, quedándose en el mundo de los 8 bits que, si bien aún contaba con un cierto mercado, se veía ampliamente superado por la irrupción definitiva del PC y de las nuevas consolas.

En la retro review de hoy os hablaremos de Zona 0, ya en el ocaso de Topo Soft, quienes sólo ofrecerían posteriormente un par de títulos (que podría haber sido uno sólo) sobre las Olimpiadas de Barcelona '92 y otros dos del plataformero Luigi (Luigi & Spaghetti y Luigi en Circusland).

Con Zona 0 intentaron explotar la fama de TRON, la película futurista de Disney aparecida en el año 1982 pero que aún seguía siendo muy reconocible. Cómo hemos explicado varias veces con anterioridad, en aquél entonces el mundo de los videojuegos tenía un impacto mediático aún limitado y, aunque la semejanza salta a la vista, pocas compañías entraban en litigios para defender su propiedad intelectual contra otras por no pagar las licencias. Suponemos que el coste/beneficio no compensaba o ni tan siquiera sabían de la existencia de estos títulos.

El juego se basa en la mítica escena de la película donde las motos van dejando sus estelas y nuestro objetivo es conseguir encerrarlos hasta que choquen, en un mapeado cuadrado, cómo si el juego de la serpiente se tratase pero en lugar de contra nosotros mismos, jugando contra otros adversarios. Un apunte importante es que, al contrario de lo que pasa con el juego de la serpiente, la estela es permanente y no se va reduciendo por la parte de atrás.

Una de las dificultades del juego radica en los distintos tipos de estela que los contrincantes dejan y que tendremos que aprender a manejar. Por ejemplo, unos de ellos dejan una estela que tiene una rampa por uno de los lados y que podremos saltarla; otros dejan una estela intermitente en lugar de continua...

Otro punto que deberemos intentar controlar es el turbo. Es infinito, podemos usarlo tanto como queramos, pero hemos de saber cuando es el momento oportuno, o bien para encerrar al enemigo, o bien para conseguir que no nos encierren. Al final, el quid del juego consiste en memorizar qué trayectorias son las mejores en cada pantalla para encerrar adecuadamente a los enemigos, sabiendo el recorrido que más o menos harán.

Además de las motos, que morirán con una sola colisión, también hay unos camiones que necesitarán dos colisiones para acabar con ellos.

Respecto a la interfaz, tenemos el número de vidas representadas con unos cascos en la parte izquierda y, lo más importante, el mapa donde podemos ver las diferentes estelas de nuestros contrincantes y la nuestra propia.

Técnicamente el juego era estupendo, se notaba ya la maestría y que podían exprimir las máquinas al máximo pero salió ya para un mercado bastante agotado y técnicamente superado por los 16 bits. De haber salido un poco antes, creo que hubiera supuesto un éxito para la compañía.