Un clásico del género Shoot'em up
Volvemos al género de los shoot'em up para hablar de uno de sus máximos exponentes, Gradius. Este título hace gala de un gameplay totalmente frenético en el que tenemos que disparar a diestro y siniestro mientras esquivamos las decenas de ataques que intentarán acabar nosotros.
Gradius fue desarrollado por Konami y publicado en 1985 para sistemas Arcade. El juego tuvo un éxito notable, así que se versionó a multitud de plataformas de la época, como NES, MSX o PC Engine, muchas de ellas conservando la excelente calidad de la versión original pese a las limitaciones técnicas. la versión Arcade y algunas domésticas se publicaron con el nombre de Nemesis fuera de Japón, mientras que otras versiones conservaron el nombre original. A lo largo de los años Gradius siempre ha seguido presente, siendo publicado en colecciones y adaptaciones a multitud de sistemas tanto en físico como en tiendas digitales. La secuela del juego fue publicada en 1986 y se titula Salamander, y a esta le han seguido multitud de títulos que han ido expandiendo el universo de Gradius.
El juego toma el nombre del planeta Gradius. Este planeta vivía en paz hasta que un día comienza a ser invadido por las fuerzas de Bacterion. En un último intento de sobrevivir, la población de Gradius envía a la nave conocida como Vic Viper para intentar atacar la base del enemigo y acabar así con la amenaza.
Como buen arcade de los 80, el juego no dispone de introducción y nos mete directamente en la acción del juego. Gradius es un shoot'em up con scroll horizontal, y en algunas pantallas también vertical. Haciendo honor a su género, el objetivo del juego es disparar a todo lo que veamos en pantalla a la vez que evadimos los ataques enemigos. Al empezar la partida la nave que controlamos es bastante lenta y con poca potencia de fuego, pero tiene un interesante sistema de mejoras para aumentar sus capacidades. Eso sí, en el momento que perdamos una vida, volveremos al estado original.
Este sistema de mejoras se visualiza en una barra en la parte inferior de la pantalla. Algunos de los enemigos que derrotamos sueltan unas cápsulas de energía de color rojo que van rellenando esta barra de mejoras. También existen unas cápsulas de color azul que eliminan a los enemigos en pantalla cuando las recogemos. En cualquier momento podemos canjear la energía que tengamos por la mejora que haya seleccionada en la barra en ese momento. Por ejemplo, cuando hemos recogido un solo objeto, podemos canjear ese punto de energía por una mejora de velocidad, pero en cambio, si hemos recogido dos, podemos canjearlos por el misil. Cada vez que canjeamos la energía por una mejora, la barra se vacía y tenemos que volver a acumular puntos para obtener más mejoras. Las mejoras que podemos obtener son las siguientes:
- Velocidad: Aumenta la velocidad de nuestra nave. Podemos aumentar cinco veces la velocidad de la nave, aunque no se recomienda ya que la velocidad es tan alta que no se puede controlar con precisión. Canjeable por un punto de energía.
- Misil: Permite lanzar misiles hacia abajo, muy útiles para impactar a los enemigos de Tierra. Canjeable por dos puntos de energía.
- Doble: Convierte el disparo de la nave en uno doble que dispara en horizontal y en 45 gracia hacia arriba respecto a la nave. Canjeable por tres puntos de energía.
- Láser: Una destructiva arma que daña a todos los enemigos en su trayectoria horizontal. Este arma sustituye al disparo doble, no se pueden tener ambas equipadas a la vez. Canjeable por cuatro puntos de energía.
- Option: Se añade una bola de energía que nos acompaña y replica nuestros ataques, tanto disparo como misiles, aumentando así nuestra potencia de ataque. Podemos activar hasta 4 options. Eso sí, cuidado porqué cuanto más compañeros tengamos, más agresivos serán los ataques de los enemigos y más difícil será esquivarlos. Canjeable por cinco puntos de energía.
- Escudo: En la barra de mejoras lo vemos etiquetado como "?". Este escudo nos protege de unos cuantos ataques frontales. Si nos disparan directamente a la nave, esta será igualmente dañada. Canjeable por seis puntos de energía.
El juego esta formado por siete niveles diferentes, todos ellos en el espacio exterior, a excepción del último que es dentro de una base espacial. Durante estos niveles encontramos diferentes tipos de enemigos, cada uno con sus patrones de movimiento y ataque. La mayoría de ellos son voladores, pero también encontramos enemigos terrestres y bases que van desplegando enemigos hasta que las destruyamos. Al final de cada nivel nos espera un jefe final al que tendremos que disparar multitud de veces en su punto débil para vencerlo. El juego no dispone de final, una vez acabamos con el último jefe, volvemos a empezar desde el primer nivel.
Hoy en día no impresiona mucho técnicamente, ya que gran parte del juego es ver las pequeñas naves moviéndose por el monótono fondo del espacio y vemos algunos obstáculos como montañas o asteroides. De todas formas, hay que reconocer el mérito de mover tantos elementos en pantalla y mantener un gameplay tan fluido.
En cuanto a la dificultad, es un juego muy exigente que requiere mucha habilidad. En algunas partes del juego seremos asediados por multitud de ataques que vendrán de todos los frentes. Además, en el caso de morir volvemos al último checkpoint, así que no nos vale con ir gastando vidas hasta pasar una zona. No es un juego muy largo, podemos completar una ronda en unos 20 minutos, pero nos costará mucho esfuerzo si queremos completarla con una sola vida.
Por último, vamos con un par de curiosidades. La primera es que al introducir el nombre para el ranking, el juego también pregunta por el sexo del jugador y su horóscopo para mostrarlos en la pantalla de máximas puntuaciones. La segunda curiosidad es que algunas de las versiones domésticas de este juego fueron las primeras en usar el famoso código Konami para activar trucos, que posteriormente se usaría en otros muchos juegos de la compañía, como Contra o Castlevania.
En definitiva, Gradius es todo un clásico de los shoot'em ups que merece la pena jugar, con un sistema de mejoras que lo hace muy característico. Sus secuelas son también de una gran calidad, no dudéis en probarlas si tenéis ocasión. ¡Larga vida a Gradius!