El pasado del mito
Cuántas veces habremos escuchado aquello de "Segundas partes no fueron buenas". En el mundo del cine podemos encontrar infinidad de ejemplos de lo contrario (Terminator 2, por citar una), y lo mismo sucede en el mundo de los videojuegos. Todo el mundo conoce (incluso muchos que no tienen contacto con el mundo videojueguil) Street Fighter II de Capcom, un título mítico que marcó a una generación, pero... ¿Y la primera entrega? Pues de ella os vamos a hablar hoy!
En el verano de 1987, Capcom ya había conseguido despegar gracias a juegos como Ghosts 'n' Goblins, Gun.Smoke o Commando, teniendo una especial presencia en el mundo arcade. Así que la compañía nipona decidió probar suerte en los juegos de lucha, algo que tan buenos brutos le daría en el futuro, con un videojuego llamado Street Fighter.
En el juego controlaremos a Ryu, un luchador callejero, que tendrá que viajar a través de 5 países (Japón, Estados Unidos, China, Reino Unido y Tailandia) derrotando a 2 enemigos por cada país para así convertirse en el mejor luchador mundial. Os recomiendo que le echéis un vistazo a las portadas, porque en algunas de ellas cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
El juego se desarrolla como cualquier juego de lucha clásico, en 2 dimensiones con movimiento lateral. Tenemos un repertorio de acciones como puñetazos, patadas, patadas bajas, voladoras... y Ryu también cuenta con algunos movimientos como el conocido hadôuken o el puñetazo ascendente shoryuken.
Aquí cabe comentar que la jugabilidad entre la versión arcade y los ports son abismales. Muchos de los ports adolecen de una jugabilidad bastante tosca, con movimientos algo rudos, mientras que la versión arcade era mucho más dinámica y divertida.
Respecto a la interfaz, lo de siempre: barras de vida, rounds ganados, tiempo restante y puntuaciones.
Hay una pantalla de bonus consistente en romper de un solo golpe cuantas más tejas mejor, algo que mejorará nuestro hi-score. Por otra parte, al final de cada combate también se nos bonificará con el tiempo restante para acabar el round y la barra de vida disponible, y se nos mostrará también cómo ha quedado la cara de nuestro enemigo después del envite (algo que se hizo muy famoso en la segunda entrega).
Una vez hayamos derrotado a todos los enemigos y seamos el luchador más importante del planeta, el juego reempezará con un nivel de dificultad más alto. Cómo suele ser habitual en estos juegos, el objetivo no es solo acabarlo sino hacerlo con el mayor número de puntos posible, para poder fardar de hi-score con los colegas.
En algunas versiones también cuenta con un modo para dos jugadores algo extraño: los dos jugadores pelearán y el que gane será el que siga jugando el modo torneo.
Cabe destacar que algunos personajes que aparecen en esta entrega como Adon, Gen y Birdie aparecen en Street Fighter Alpha, Sagat que aparece en la segunda entrega de la saga, como el propio Ryu.
Sin ser un mal juego (dependiendo de la versión, porque contra todo pronóstico la de Amiga es bastante mala) tampoco destacó especialmente y no tuvo mucho recorrido. Y, por si fuera poco, se vió totalmente ensombrecido con la soberbia segunda parte, aparecida cuatro años después, siendo historia de los videojuegos.