Persiguiendo a los malvados por las calles de Miami
En la retro review dominical de fin de 2018 os vamos a hablar de Miami Chase, el único juego desarrollado por Team 7, antes de pasarse a llamar Team 17, la famosa compañía que creó Worms, tras fusionarse con 17-Bit Software, otra pequeña compañía que solo desarrolló dos juegos, de escaso éxito. De a distribución de Miami Chase se encargó Codemasters.
En el juego tomaremos el rol de Don Ferrari, un duro policía, que es elegido por el alcalde de Miami para mejorar sus posibilidades de ser reelegido. La misión de Ferrari será detener a 7 señores del crimen a bordo de su F40 en apenas 48 horas.
Al inicio de cada pantalla se nos dará una descripción de nuestro objetivo, así como el lugar donde se encuentra y el coche que conduce. Visto desde una perspectiva aérea, nos tendremos que poner al volante de nuestro coche y evitar chocar contra el resto de bólidos que hay en la carretera, para no perder ni vida ni puntos (aunque esto depende de la versión; en la de Amiga la puntuación sube automáticamente y la perdemos por chocar, mientras que en las de 8-bits la puntuación solo sube si recogemos las monedas que aparecen en la carretera).
Pero también hay coches enemigos, que irán a por nosotros (los podremos identificar por el color). Para deshacernos de ellos, les podremos disparar desde nuestro coche hasta hacerlos explotar. Para facilitarnos la vida, podremos gastar los puntos que vayamos consiguiendo en nuevo equipamiento, ya sean minas, mejor blindaje del coche, nuevas armas o mejoras que harán que nuestro coche sea más rápido.
Mirando el mapa podremos localizar a los enemigos, visibles por puntos rojos (pequeños los secuaces, grandes el enemigo principal). Respecto la interfaz es muy sencilla, con la barra de vida y la puntuación conseguida.
Lo realmente difícil de este juego es llegar a dominar el coche, la velocidad y el derrape, para evitar chocar contra otros coches o contra partes del escenario.
El juego es realmente muy básico y lo malo es que es muy poco rejugable. Una vez superado es excesivamente monótono y dan pocas ganas de rejugarlo.
Lo que si merece una mención aparte es la música de la intro en su versión Amiga, muy conseguida.