Recordando
Retro Review de Lost Dutchman Mine

Los magnates del oro

Hoy os vamos a hablar de Lost Dutchman Mine, un videojuego de simulación/estrategia en el que nos pondremos en la piel de un minero que busca fortuna en los Estados Unidos de 1860, en plena fiebre del oro.

El videojuego fue desarrollado por una efímera compañía de la que me ha sido imposible encontrar información, Magnetic Games. Buscando en diferentes páginas, lo único que se puede decir es que en 1988, un año antes del lanzamiento de Lost Dutchman Mine, lanzó otro título bastante desconocido titulado Gold of the Realm.

El juego mezcla la simulación económica (deberemos aprender a ganar dinero de diferentes formas) y la simulación de vida (tendremos que tener en cuenta que nuestro personaje tiene que beber, comer, descansar...), además que podrá ser herido en diferentes situaciones que luego explicaremos. Gran parte de nuestras acciones se desarrollarán en el pueblo.

Una de las primeras localizaciones que tendremos que tener siempre presente es la tienda, donde podremos comprar víveres y diferentes utensilios útiles para nuestro trabajo como picos, palas, anzuelos, cerillas, linternas...

También podremos visitar la redacción del periódico local donde estaremos actualizados de las noticias. La cárcel donde podremos escoger diferentes misiones para cazar a forajidos y recibir una recompensa por ello (necesitaremos comprar una pistola y balas en la tienda). Para ello, deberemos buscarlos por el mapa y, una vez los encontremos, entraremos en un minijuego donde persiguiendo a nuestro objetivo con un punto de mira, deberemos acabar con su vida y recibir los preciados dólares. Sin embargo, deberemos tener en cuenta que ellos también dispararán y podrán herirnos o, incluso, matarnos. Este mismo minijuego se desarrollará cuando los indios nos asalten disparándonos con flechas o cuando las temibles serpientes de cascabel nos acechen.

Para conseguir recuperarnos de las diferentes heridas que recibamos, en el pueblo hay un médico que nos atenderá siempre pagando un "módico" precio.

El último sitio a tener en cuenta es el saloon, donde habrá un taimado jugador de póker al que deberemos desplumar para conseguir un trozo de un mapa que, si conseguimos tenerlo completo o casi completo, nos indicará el lugar donde se encuentra un magnífico tesoro.

Fuera de la ciudad podremos hacer varias cosas, como ir al río a pescar. Se desarrolla como un minijuego en el que veremos nuestro anzuelo y los peces nadando de un lado a otro de la pantalla. Básicamente lo que tenemos que hacer es que el anzuelo intercepte la trayectoria del pez para poder pescarlo. Por otra parte, también podremos meter la palangana para intentar sacar valiosas pepitas de oro.

Como no podía ser de otra manera, la otra parte importante es la mina. Podremos visitar varias en el mapa (que será diferente en cada partida) y allí deberemos ir a las vetas para sacar el preciado mineral. Tendremos que tener en cuenta los peligros que se esconden en la mina, como los desprendimientos, que pueden acabar con nuestro personaje sepultado entre las rocas, o unas arañas gigantes.

Este mineral podremos entregarlo en el pueblo, donde nos lo pagarán a un precio justo. Este dinero podremos depositarlo posteriormente en el banco, para salvaguardarlo de posibles asaltos.

Respecto a la interfaz, en la parte inferior podemos ver el día de la semana y la hora, el estado de nuestro personaje (agua, comida y salud en general, así como las heridas causadas por bala, flechas o mordeduras de serpientes), así como para cocinar, el dinero del que disponemos, balas, guardado de partida...

En resumen, es un juego bastante completo para la época (apareció en 1989) y resulta bastante entretenido y, el hecho de que en cada partida el mapa se genere automáticamente, lo hace algo más rejugable. Es un juego desconocido pero que merece la pena probarlo.