A la parrilla sabe mejor
Una vez más, y últimamente parece que lo hemos convertido en la tónica, os vamos a hablar de una rareza que me vino a la mente hace escasos días debido a un anuncio televisivo. Se trata de Whopper Chase, desarrollado por Erbe Software, un pequeño estudio creado por el mandamá de Erbe, Paco Pastor, integrado en la estructura de la importante distribuidora y que poco después cambiaría el nombre adoptando el que todos conocemos Topo Soft.
Cómo os podéis imaginar por el título del juego, se trata de una campaña de marketing de Burger King, cuyos dirigentes se dieron cuenta de la pujanza de esta nueva forma de entretenimiento llamada videojuegos, que en España estaba empezando a tomar posiciones entre la juventud. Con la compra de la famosa Whopper, te regalaban una cinta donde venía el videojuego y lo más curioso de todo es que en la misma cinta venían las 4 versiones (MSX, ZX Spectrum, Amstrad CPC y Commodore 64), algo que sin duda obedecía a una reducción de costes para no tener que producir cuatro productos diferentes, además de ser difícil de pronosticar cuántas unidades producir de cada una de las versiones.
El argumento está muy relacionado con el anuncio que comentaba anteriormente, en el que Burger King anuncia la entrega a domicilio. En el juego estamos en el año 2025, donde la compañía Burger King ha creado una Whopper que es capaz de ir por si sola a casa del hambriento cliente, pero deberemos sortear todos los peligros que nos acechan, entre otras cosas, otras hamburguesas que quieren ser una Whopper pero no lo son, ingrediente que quieren formar parte de tan deliciosa hamburguesa (cómo los perritos calientes, contrincantes naturales de las hamburguesas) u otras personas que quieren hincarnos el diente.
El juego es un plataformas de scroll lateral muy sencillito, debido en gran parte a que es un juego promocional, en el que deberemos ir abatiendo los enemigos que nos salgan al paso y recoger los trozos del logo de Burger King que van cayendo en paracaídas a medida que vamos avanzando por el escenario. Completar el logo sirve para que el cliente que nos está esperando a final del camino sepa que somos una auténtica Whopper, y pueda comernos bien a gusto, rechazando imitaciones.
Respecto a la interfaz, en la parte inferior tenemos la puntuación actual y el hi-score, el número de vidas representado por hamburguesas completas (o mordidas cuando perdamos la vida) y el logo de Burger King que tenemos que completar.
En el apartado musical está la inestimable mano de Gominolas, algo que aporta un cierto punto de calidad al videojuego.
Como era de esperar, no se convirtió en un juego para la historia pero se notó el buen hacer de las compañías españolas, máxime cuando se trataba de un videojuego que formaba parte de una campaña puntual de marketing.