El peque se va de marcha
Han pasado ya varios años desde que hicimos la retro review de las tres entregas de Super Mario Bros. para NES y de Super Mario World para SNES, así que ya va siendo hora de escribir sobre otro título de esta incombustible saga. Como siempre hay excepciones que confirman la regla, en este caso la secuela de Super Mario World es la excepción de que segundas partes nunca fueron buenas. Es más, Yoshi's Island no solo es un buen juego, sino que es uno de los mejores plataformas de SNES y seguramente de todos los tiempos.
Super Mario World 2: Yoshi's Island fue lanzado en 1995 para SNES, siendo desarrollado por Nintendo EAD. Super Mario World dejó el listón altísimo, así que Nintendo pese a tenerlo muy difícil, quiso preparar una secuela que estuviese a la altura pero ofreciendo algo totalmente nuevo y no un refrito de la primera parte... y lo consiguió. Yoshi's Island fue aclamado tanto por público como prensa a todos los niveles: gráficos, sonido, jugabilidad y diseño de niveles son algunos de sus puntos fuertes. En 2002 el juego fue lanzado para Game Boy Advance y años más tarde para las consolas virtuales de Wii U y 3DS.
Los protagonistas de esta historia son los dinosaurios llamados Yoshi. Un tranquilo día mientras un Yoshi verde paseaba por su isla, ve caer algo del cielo y le cayó justo encima. Lo que había caído era el mismísimo Mario... pero siendo un bebé. Resultó que habían intentado raptar tanto a bebé Mario como a bebé Luigi mientras iban en la cigüeña camino a casa, pero Mario cayó sin que su raptor se diese cuenta. Mario dice que sabe donde está su hermano debido a un lazo que lo une con él. Por tanto, los Yoshi's deciden ayudar al pequeño y emprenden un viaje para rescatar a su hermano y llevarlos con sus padres.
Así empieza la aventura de estos simpáticos dinosaurios. Yoshi tiene multitud de habilidades las cuales nos enseñarán a utilizar durantes los primeros niveles. Su habilidad más importante es usar su lengua para atrapar a enemigos y meterlos en su boca. Una vez atrapados, tenemos dos opciones: escupirlos para dañar a otros enemigos o bien engullirlos y transformarlos en un huevo. Estos huevos podremos lanzarlos, y son realmente útiles. No solo sirven para golpear enemigos, también podemos coger objetos, activar interruptores, romper paredes, revelar secretos... multitud de posiblidades que tendremos que descubrir poco a poco. Yoshi también puede realizar su inconfundible salto flotante, con el que se puede mantener unos segundos en el aire. Y mientras estamos en el aire, podemos pulsar abajo para realizar un poderoso culetazo.
Las habilidades no acaban aquí, ya durante los niveles podemos encontrar diferentes objetos que le otorgan nuevas habilidades a Yoshi. Por ejemplo, podemos engullir sandías y escupir sus pepitas como si fueran balas. Además, en ciertos niveles podemos transformar a Yoshi durante unos segundos en diferentes tipos de vehículos como un helicóptero o un submarino. Por último, si cogemos una estrella Baby Mario obtendrá super poderes, y sin Yoshi podrá correr por las paredes y planear con su capa (como lo hace en el primer SMW).
El objetivo de Yoshi es acompañar y proteger a Mario, así que debemos impedir que lo rapten. A diferencia que en las anteriores entregas de Super Mario, cuando un enemigo nos hace daño, no nos hacemos pequeños ni perdemos una vida. En esta entrega lo que ocurre es que Baby Mario queda flotando en una burbuja por el escenario, y si no conseguimos recogerlo antes de que se acabe el tiempo que aparece en el contador, vendrá el malvado Kamek y lo secuestrará, lo que nos hará perder una vida. El tiempo inicial que disponemos en cada nivel para rescatarlo son 10 segundos, pero podemos ampliarlo hasta 30 recogiendo unas pequeñas estrellitas que hay por los escenarios.
El juego consiste de 48 niveles diferentes (6 mundos con 8 niveles cada uno). El diseño de los niveles es de un altísima calidad, ofreciendo todo tipo de retos, tanto de habilidad como de ingenio. En cada nivel hay escondidas 20 monedas rojas detrás de las monedas normales, y 5 flores (nos darán una vida extra si conseguimos las 5), por lo que si queremos superar cada nivel con la máxima puntuación tendremos que esforzarnos en encontrar todos los secretos y además con el contador de tiempo a 30. Si queremos completar el juego al 100% es necesario completar los niveles con la máxima puntuación, ya que así desbloquearemos una fase extra y una de bonus en el mundo donde lo consigamos.
En cuanto a los enemigos, son muchos y muy variados. Algunos de ellos son viejos conocidos y otros hacen aquí su primera aparición. La gran mayoría son fáciles de vencer, ya que con la lengua de Yoshi podremos devorarlos sin problema. A medida que avancemos encontraremos enemigos más difíciles al ser invulnerables a algunos de nuestros ataques, además de tener patrones de movimiento más difíciles de predecir. Por supuesto, al final de algunos niveles nos encontraremos con algún imponente enemigo final que nos pondrá a prueba.
Técnicamente es un juego sublime. Shigeru Miyamoto, productor del título, decidió que el estilo gráfico del juego tenía que simular que estuviese dibujado a mano para darle un toque distintitivo, y los diseñadores dieron en el clavo. El mundo de Yoshi's Island es colorido, lleno de detalles y habitado por todo tipo de criaturas que lo hacen único. Además, el juego hace gala de unos efectos especiales que no se habían visto hasta entonces en un vídeojuego de 16 bits. También hay que mencionar las músicas compuestas por Koji Kondo, las cuales son de una gran calidad y nos acompañan todo el juego sin que nos cansemos de ellas.
Por último, una pequeña curiosidad. Poochy, el simpático perro que co-protagoniza el nuevo juego para Nintendo 3DS titulado Poochy & Yoshi's Woolly World, hizo su primera aparición en Yoshi's Island. Podemos ver a Poochy en los niveles 1-Extra, 2-1 y 3-2 del juego.
Yoshi's Island es un juego único con tantísimo que ofrecer que no se puede explicar en un artículo. Si os gustan los plataformas y aún no habéis disfrutado de esta joya... ¡¡corred a jugarlo!!