¡Qué bárbaro!
En la retro review de hoy os traemos Barbarian, un conocido juego de lucha que se hizo bastante famoso a finales de los 80, desarrollado por la casi desconocida Palace Software Ltd., que tuvo en este juego su mayor éxito. Comentar que este juego se conoció como Death Sword en territorio americano. Gracias al enorme tirón que tuvo, la compañía decidió lanzar una segunda parte llamada Axe of Rage en norteamérica y Barbarian II: The Dungeon of Drax internacionalmente.
El juego apareció en las plataformas de ordenador más populares de la época como el Spectrum, MSX, C64 y Atari ST, así como la siempre visualmente atractiva versión para Amiga, aunque no resultó ser un buen port.
El argumento es el siguiente: el malvado mago Drax tiene cautiva a la ciudad y a la bella princesa Marina, gracias a un poderoso conjuro que la obliga a obedecerle. Desde las lejanas tierras del norte un héroe es enviado, para liberar a la ciudad y salvar a la princesa. Su nombre es Gorth, el más poderoso de los guerreros bárbaros. A través de los bosques, montañas y mazmorras, deberá ir batiendo a sus enemigos pasándolos por la espada, hasta derrotar al mismísimo Drax.
En la primera pantalla del juego podremos contemplar el hi-score, que podemos tener como objetivo coparlo en la primera posición. A partir de aquí, empezará el juego. Los combates se desarrollan en una perspectiva lateral, uno contra uno, y dispondremos de una variedad de golpes que deberemos dominar para someter a nuestros enemigos. Tendremos el golpe normal de espada, el golpe giratorio con la espada, muy poderoso si logramos acertarlo, ya que podremos decapitarlo y ganar el combate directamente. Después tenemos el cabezado y la patada, para intentar quitarnos a nuestro enemigo de encima cuando esté muy cercano, y luego el giro arrastrándonos por el suelo, eficaz para huir de algunos golpes o bien para intentar derribar al contrincante, mientras que si es nuestro rival quien hace este movimiento podremos saltar para evitarlo. Por último, podremos detener los golpes de espada que nos lance el oponente con la nuestra, bloqueando el golpe y sin recibir daño alguno.
Todos los que han jugado a Barbarian siempre recuerdan la animación al final de cada combate donde aparece una especie de goblin que se lleva el cuerpo inerte del vencido. Si ha sido por decapitación, veremos como el goblin patea la cabeza y se marcha tan tranquilo, algo realmente humillante si hemos sido nosotros los decapitados.
Con este sistema deberemos ir superando combates con creciente dificultad, engrosando nuestro hi-score que podemos ver en la interfaz del juego. En dicha interfaz también podremos ver el combate en el que nos encontramos, así como nuestra vida y la de nuestro contrincante y dos serpientes, una para cada contendiente, que se moverán cada vez que el perosnaje al que representa reciba un golpe.
Finalmente, deberemos derrotar al mago Drax y salvar a la princesa.
Aunque ahora podamos pensar que la mecánica del juego era muy sencillita, para el año en el que apareció, 1987, resultó ser un juego con una gran jugabilidad y muy entretenido. Al principio se hacía algo difícil superar más allá del cuarto o quinto combate, pero con un poco de entrenamiento y algo de habilidad no resultaba ser excesivamente complicado llegar al tramo final del juego.
Sin duda alguna, un juego notable para su época y así lo atestiguan las notas que obtuvo en las revistas especializadas.