Yo quiero ser pirata!!
En la historia de los videojuegos hay varios nombres capitales que destacaron por la invención de alguna licencia atemporal, como es el caso de Miyamoto y Mario Bros. Por otra parte, hubo otros que forjaron su nombre en un género especialmente y este es el caso del canadiense Sid Meier, que consiguió tal reputación en los juegos de estrategia/gestión que su nombre precedía al título del juego. Y este es el caso que nos ocupa con Sid Meier's Pirates!
Como su nombre indica, nos pondremos en la piel de un intrépido pirata que recorrerá las turbulentas aguas caribeñas a bordo de su barco para hacerse un nombre, para ser temido y respetado, y ya de paso, para enriquecerse hasta el fin de sus días.
Lo primero que hay que decir, es que el juego resulta bastante complejo para su época, donde nos tocará combinar nuestra habilidad con el florete o el sable, así como nuestras decisiones políticas y sociales, mediante una serie de preguntas/respuestas, donde decidiremos qué camino queremos tomar. Nada más empezar el juego, deberemos responder a unas preguntas: si queremos empezar el juego en algún episodio histórico concreto, a cual de las cuatro potencias coloniales de la época pertenecemos por nacimiento (España, Francia, Holanda o Inglaterra), el nombre de nuestra familia y el nivel de dificultad.
Una vez respuestas las primeras preguntas, se nos hará una introducción del porqué nos veremos abocados al mundo de la piratería, que puede variar según lo escogido. Por poner un ejemplo, en una de ellas nuestra familia dilapida la fortuna y nos dedicamos al pillaje, por lo que somos detenidos y condenados por un juez a ser enviado a las colonias y buscarnos la vida allí.
Tras la pequeña introducción, será momento de entrenar un poco, ya que el barco que nos transporta será asaltado y deberemos batirnos en un duelo contra el capitán enemigo. El desarrollo de los duelos a espada se ve de forma lateral, y deberemos lanzar estocadas a nuestro enemigo, si acertamos o nos aciertan, veremos que nuestra vestimenta cambia de color. Si vencemos, empezará nuestra aventura, ya que tomaremos el barco enemigo como botín.
Lo primero que haremos tras obtener nuestro flamante barco es atracar en la ciudad más cercana que elijamos. Allí podremos realizar varias acciones, la primera y más importante es darse una vuelta por la taberna y reclutar a varios marineros para nuestra causa. Por otra parte, podremos consultar el estado general de nuestra aventura (títulos obtenidos, estado de nuestra tropa, ciudades, riqueza, etc).
Una vez tengamos a nuestra primera tripulación, podremos zarpar en busca de aventuras. Mientras navegamos a través de una vista aérea de las costas caribeñas, irán sucediendo eventos como avistamientos de barcos, a los que podremos perseguir si queremos obtener un botín o dejarlos escapar si creemos que no somos lo suficientemente poderosos como para enfrentarnos a ellos.
Si decidimos enfrentarnos a ellos, el juego entrará en otro modo en el que veremos los dos barcos, el nuestro y el contendiente. Deberemos aprovechar la dirección del viento para movernos más rápido, ya sea para escapar o para abordar, y deberemos ser hábiles colocando la posición del barco para disparar andanadas con nuestros cañones al barco enemigo. En la parte inferior de la interfaz veremos tanto la dirección del viento como el estado de los barcos (velamen, recarga de cañones, tripulación, velocidad y cañones en buen uso).
Si no hundimos a nuestro enemigo (o nos hunde), siempre podemos intentar el abordaje. Si optamos por esta opción deberemos escoger la espada a utilizar para el duelo (espada, chafarote o estoque) y enfrentarnos al capitán enemigo. Como hemos comentado anteriormente, en el juego suceden muchos eventos, tanto si ganamos como perdemos. En el caso de ganar, podremos ver el botín obtenido y en el de perder, pues el juego decidirá cual es nuestro destino, por ejemplo, podremos ser capturados y estar cautivos durante unos meses hasta que nuestros camaradas nos salven. Es importante tener en cuenta que dentro del juego el tiempo transcurre, vamos envejeciendo y, por lo tanto, tendremos un tiempo limitado para triunfar, si no hay alguna desdicha que acabe con nuestra aventura de forma prematura.
Si vencemos, tendremos que valorar que parte del botín nos queremos llevar, ya que nuestro barco tiene una capacidad limitada y no podremos almacenar todo lo que queramos. A medida que vayamos mejorando, podremos obtener un barco más grande en el que poder transportar más toneladas de material saqueado.
Este material puede sernos útil para pagar a nuestra tripulación o enriquecernos (en el caso del oro), para fortalecer nuestro barco (cañones), para comerciar en las ciudades por otros materiales u oro y para alimentarnos (comida).
La parte de repartir el botín, que podremos hacer en las ciudades, es muy importante para mantener la moral y la fidelidad de nuestra tripulación. Si no somos justos, se amotinarán y se largarán. De esta parte, nosotros nos guardaremos una en nuestro tesoro personal que servirá como una especie de "puntuación" al final del juego.
En las ciudades podremos recibir encargos de parte del Gobernador, como por ejemplo, atacar a otras potencias coloniales a cambio de dinero o terrenos. Esto supondrá a veces adentrarnos en las ciudades de forma furtiva y someternos al "caprichoso" sistema de eventos del juego, que a veces nos puede perjudicar, como el hundimiento de alguno de nuestros barcos al ser avistados por las defensas de la ciudad.
Lo bueno de este sistema, es que no existirán dos partidas iguales, además de contar con una amplia variedad de eventos. En el momento de repartir el botín, nos dará la opción de retirarnos de la piratería, haciéndonos un resumen de lo que ha sido nuestra vida: oro incautado, cantidad de veces herido, si hemos conseguido encontrar esposa o no, y el tipo de capitán que hemos sido (intrépido, cauteloso... etc.) Y tal y como ocurría en otros títulos de Sid Meier's, se nos dará un título a nuestra carrera, cuanto mejor lo hagamos más bonito será ese título.
El juego fue un enorme éxito en su época, incluso contó con una edición mejorada a la que llamaron Sid Meier's Pirates Gold! unos años más tarde, y un remake hace unos 10 años aproximadamente. Un juego realmente completo (y en ocasiones complejo) para la época, pero tremendamente adictivo y muy rejugable.